Castella se lleva el gato al agua en la tarde de Morante en Pontevedra
Ponce llevó a cabo una primera faena de mucho oficio ante un toro blando y sin clase, con el que se mostró solvente. El cuarto fue el astado más deslucido del encierro. Gran faena de Morante a su primer toro, con el que brilló en el manejo del capote, y al que diseñó una faena de muleta de mucho poso y notable sabor, con un toreo enjundioso y reposado al natural. Cortó una oreja. En el quinto anduvo nuevamente a gran nivel con un toro de mucha calidad, pudo haber sido de premio si no llega a fallar con la espada.
Castella también "toco pelo" en su primero, al que instrumentó una labor bien estructurada, con un toreo de mando, temple y limpieza. Mismo guión en el sexto, que le permitió cortar el trofeo que le abrió la Puerta Grande.
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