Imaginó Calderón de la Barca el destino de un hombre confinado desde su nacimiento en La vida es sueño, su obra estrenada en 1635. Y, por razones obvias, esta misma obra ha sido la elegida para el desarrollo de la campaña Clásicos confinados, un proyecto impulsado por la compañía teatral malagueña Jóvenes Clásicos en colaboración con el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro para la reivindicación y divulgación de los clásicos españoles del Siglo de Oro en las redes sociales y en la virtualidad a la que obliga la epidemia del coronavirus con motivo del Día del Libro, que se celebra este jueves. La premisa es bien clara: a la hora de reparar en los libros y en la importancia de la lectura, los clásicos merecen el protagonismo que como tales les corresponde. Y Clásicos confinados nace con la determinación de concedérselo.

El instrumento esencial para el desarrollo de esta campaña es un vídeo en el que un ramillete de actores y directores imprescindibles del teatro español contemporáneo comparten la interpretación del más popular fragmento de La vida es sueño. Entre los actores participantes se encuentran tres malagueños: Fran Perea, Noemí Ruiz y Juanma Lara. Junto a ellos, participan referentes como la actriz Blanca Portillo; el dramaturgo, actor y miembro de Ron Lalá Álvaro Tato; el actor y codirector del Festival Clásicos en Alcalá, Ernesto Arias; el director del Festival de Almagro, Ignacio García; el Presidente del Patronato de la Fundación Siglo de Oro, Rodrigo Arribas; el actor Joaquín Notario y la directora y actriz Natalia Menéndez, actual responsable del Teatro Español de Madrid, que aporta la voz en off. Las ilustraciones que pueden verse en la pieza son de Jesús Román y la música de Blanca Agudo. 

El vídeo circula desde este martes por las redes sociales con la etiqueta #clasicosconfinados y se ofrece como invitación: la idea, tal y como explicó a Málaga Hoy el actor de Jóvenes Clásicos José Carlos Cuevas, es que quien lo desee participe en la campaña grabando un vídeo con una lectura de algún texto de un clásico español del Siglo de Oro y compartiéndolo en las redes con el mismo hashtag. "Ya que no habrá más remedio que celebrar el Día del Libro guardando la cuarentena, se nos ocurrió que podíamos aprovechar la situación para reivindicar a los clásicos como autores que hablan de nosotros, de nuestro mundo, y que por tanto están vivos", explicó Cuevas, quien se encargó personalmente de reclutar a los intérpretes participantes. "Al principio pensamos en hacer una lectura dramatizada de La vida es sueño, pero después optamos por concentrarnos en este fragmento, porque de cara a las redes sería más efectivo. Lo que sí estuvo claro siempre fue la elección del título: Calderón escribe sobre un confinamiento, sobre el modo en que todos, de una forma o de otra, vivimos en una especie de cuarentena que muchas veces nos impide conocer bien la realidad", añadió Cuevas. En el Día del Libro, los clásicos vuelven. Al cabo, nunca se fueron.