Cultura

Lo que Daniel Casares le tocaría a Obama

  • La embajada de EEUU contactó con el guitarrista malagueño para un posible concierto ante el presidente de EEUU este sábado en Sevilla

Parece un trasunto de Bienvenido Mr. Marshall, pero en clave flamenca. Según informó ayer Europa Press, citando a su vez fuentes cercanas al músico, la Embajada de Estados Unidos contactó recientemente con el guitarrista de flamenco malagueño Daniel Casares "para conocer su disponibilidad respecto a la posibilidad de ofrecer un concierto ante Barack Obama el próximo sábado en Sevilla". El asunto, que conste, está muy en el aire. Tanto, que todavía no hay confirmación alguna respecto a esta suerte de actuación particular ni a las condiciones en que se celebraría la misma. Más aún, este periódico pudo confirmar ayer que la agenda ya programada para la visita del presidente estadounidense a Sevilla no incluye concierto alguno. Eso sí, Casares, que estuvo ayer en Córdoba, en cuyo Festival de la Guitarra actuará el domingo, afirmó que, si el concierto se produce finalmente, interpretará ante Obama temas de su último disco, Picassares, un trabajo inspirado en la pintura de Picasso (fuente a la que ha acudido ya Casares en varios proyectos); aunque cuando fue preguntado por la misma cuestión durante una entrevista en Canal Sur respondió recreando a la guitarra el Himno de Andalucía. Quién sabe.

Más allá de lo anecdótico del asunto, e independientemente de que el concierto se celebre al final o no, la noticia sirve para constatar que la proyección internacional de Daniel Casares (Estepona, 1980) es una cuestión real, especialmente en Estados Unidos, donde de hecho empezó a conquistar audiencias más amplias antes de hacerlo a este lado del charco. Ya en su momento The New York Times lo consideró uno de los guitarristas más prometedores de su generación, y desde entonces ha actuado en dos ocasiones en el Carnegie Hall. Pero Casares también se ha metido en el bolsillo públicos de Europa y Latinoamérica, donde ha compartido oficio con maestros nada desdeñables. El año pasado, sin ir más lejos, ofreció una serie de conciertos en Brasil junto a Toquinho, con quien tiene previsto grabar próximamente un álbum mano a mano. En los últimos meses ha compartido escenario con Miguel Poveda, y en Picassares cuenta entre sus colaboradores al propio Poveda, la cantante portuguesa Dulce Pontes, el contrabajista israelí Adam Ben Ezra y el productor cubano Lulo Pérez.

En una entrevista concedida recientemente a Málaga Hoy a cuenta de Picassares, Daniel Casares afirmaba: "Yo no trabajo para conseguir cosas. No me encierro en mi estudio para lograr no sé qué. Si tengo alguna lucha, es conmigo mismo. Me gusta subir al escenario y hacer disfrutar a la gente, aunque uno no salga contento nunca por una cuestión de exigencia. Lo que quiero es poder defender bien lo que hago, pero no para que me den trofeos. Tocar en el Carnegie Hall de Nueva York es un sueño para cualquier músico. Bien, yo he tocado en el Carnegie Hall dos veces. Y fue fantástico. Pero ahora ¿qué hago? ¿Colgar la guitarra? ¿Se supone que he llegado a alguna meta? No, yo trabajo para mí y para mi público, procurando hacerlo cada día una mijita mejor. Sigo adelante. Eso es todo". Con Obama o sin él, el camino parece bien trazado y las garantías para una larga trayectoria no son precisamente pocas.

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