Tras cuatro años en funcionamiento, la Escuela Taurina de Málaga cesó su actividad el 31 de octubre, fecha en la que expiró el contrato entre la Diputación y la empresa contratante. El ente supraprovincial ha salido al quite y ayer aprobó en un Pleno un concurso público para que continúe esta actividad. Ofrece 90.000 euros por la gestión.

"La labor de los últimos gestores (Oscar Plaza y Oscar López de Hoyos, con Fernando Cámara como director artístico) ha sido extraordinaria, prueba de ello es que ampliamos la concesión lo máximo, pero la ley es muy escrupulosa nos obliga a convocar un concurso público", explicó ayer Jesús Mora (PSOE), diputado provincial de la Plaza de Toros. El PP, por su parte, lamenta la "falta de previsión" del equipo de gobierno de la Diputación (PSOE e IU) al no haber sacado a concurso con antelación un nuevo pliego para adjudicar este servicio, lo que ha motivado que la Escuela Taurina se quede paralizada. En este sentido, Mora espera que reanude su actividad a principios del próximo año, en enero. Por asuntos burocráticos, explica, y según el pliego hecho público ayer, la duración del contrato sólo será de un año, con posibilidad de prórroga por otra anualidad si no existe denuncia por algunas de las partes.

Pero la financiación preocupa a los responsables de la Diputación, que estudian la posibilidad de constituir un patronato en el futuro, como tienen la mayoría de escuelas taurinas.

El futuro adjudicatario se hará cargo del funcionamiento del centro y la contratación del profesorado, del personal y de seleccionar los alumnos. Así, la escuela contará con un gerente administrativo y un director técnico, y el número de alumnos -con edades comprendidas entre los 12 y 25 años- será limitado. El curso tendrá una duración de 11 meses, con tres días a la semana y dos horas diarias de clase. Se puntuará que el director artístico sea matador de toros y las novilladas de promoción.