El Sitio de los Dólmenes de Antequera, la Peña de los Enamorados y El Torcal están a un solo paso de ser reconocidos por la Unesco como Patrimonio Mundial, lo que supondría también que Antequera y la provincia de Málaga pasarían a tener representación en esta exclusiva lista de distinciones. La decisión se tomará mañana en Estambul, la ciudad donde se celebra desde el lunes la 40ª sesión del Comité del Patrimonio de la Humanidad. Hasta ahora, a la provincia turca se han desplazado ya diferentes personalidades de la delegación española, pero es hoy cuando se espera que desembarque los representantes restantes de las distintas administraciones. Entre ellos, se encontrará la consejera de Cultura, Rosa Torres, y el alcalde de Antequera, Manuel Barón, a los que acompañará también el director del conjunto arqueológico, Bartolomé Ruiz.

La delegación española se muestra optimista desde que el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), órgano consultivo de la Unesco, ofreció un dictamen favorable a finales de mayo. Sin embargo, las diferentes administraciones no han querido bajar la guardia ni un solo instante y ha sido en estos días cuando no han parado de sucederse los gestos de apoyo. El último tuvo lugar ayer con la visita de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que estuvo acompañada por la consejera de Cultura, Rosa Torres; el alcalde de Antequera, Manuel Barón; el presidente de la Diputación Provincial de Málaga, Elías Bendodo; y el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo. A ellos se unieron también diferentes cargos públicos de otros partidos, escenificando así la unidad existente entre las administraciones en este asunto.

"Vamos a dar un último empujón", señaló la presidenta andaluza a las puertas de la entrada del dolmen de Menga, al tiempo que insistió en el apoyo "claro y nítido" hacia la candidatura. "Estos años se ha abierto una puerta a la esperanza, la semana que viene será una realidad", afirmó Díaz, que se mostró convencida de que los Dólmenes pasarán a ser Patrimonio Mundial. Además, calificó la cita en Estambul como "el momento soñado", al tiempo que recordó los 30 años de trabajo hasta llegar aquí.