Flamenco

Tres de Extremadura

  • Dos nuevas referencias discográficas de tres artistas extremeños ilustran la tradición de una tierra que ha dado al flamenco grandes intérpretes y dos estilos genuinos, los jaleos y los tangos.

Chorrito Bajo de Enrique el Extremeño. Producido por Pedro Sierra. La voz del Flamenco. Jaleo de Guadiana y Ramón el Portugués. Prod. P. Ojesto y J.L. Rupérez. Karonte.

Extremadura es una tierra de enorme tradición flamenca. Tanto es así que hay dos estilos jondos oriundos de esa tierra. Los tangos extremeños, que tienen mucho que ver con los de Granada; y los jaleos, un estilo que está en los orígenes de lo jondo pero que sólo en su versión extremeña ha pasado al repertorio del flamenco actual. Fue sin duda el genio de Porrinas el que popularizó ambos estilos, ya que el cantaor de Badajoz era un superdotado, dominador de toda la baraja estilística, y una estrella de la Ópera Flamenca de la posguerra. Hoy analizaremos tres novedades discográficas de sendos cantaores extremeños. Los tres son reputados especialistas del cante para el baile. Dos de ellos, El Guadiana y Ramón el Portugués, sobrinos del gran Porrinas.

Pero empezaremos con la figura de un cantaor suficientemente conocido en Andalucía, ya que desde su juventud, y tras una temporada en los tablaos madrileños, se instaló en Sevilla y es habitual de muchas de las compañías de baile de la capital andaluza. Lo vimos hace apenas una semana cantarle portentosamente a Eva Yerbabuena por seguiriyas, tangos, tarantos, soleá y bulerías. El Extremeño es el nombre artístico de Enrique Santiago Salazar (Zafra, Badajoz, 1954) que a los pocos años de edad se trasladó al barrio del Chorrito Bajo de Huelva. Enrique el Extremeño es conocido, ante todo, como cantaor para el baile. Pero tiene una interesante trayectoria como cantaor en solitario, de la que comentamos este su séptimo disco, precisamente titulado con el nombre del barrio onubense en el que creció. Ya sabemos cómo se las gasta el cantaor con los estilos rítmicos. De hecho, es uno de los más grandes cantaores para el baile, y su voz requerida por los más importantes bailaores de hoy. Este disco es buena prueba de ello. No obstante, me encanta como hace los estilos libres, como la taranta de Linares. Lástima que el productor de la presente obra haya considerado la oportunidad de incluir una percusión a ritmo de zambra que, la verdad, no pega nada y le resta fuerza a uno de los estilos más viscerales del cantaor. Por fortuna en la malagueña de Chacón se ha optado por el clasicismo y por la guitarra tradicional de Antonio Moya. Una de las melodías más intimistas y doloridas de Chacón, que El Extremeño hace con la convicción que dota a todas sus interpretaciones.

El acompañamiento de Moya es un prodigio de sutileza y sensibilidad hacia el cante. La cosa acaba con los fandangos granadinos de Frasquito Yerbabuena. Por fandangos se inclina el cantaor por los estilos onubenses de ritmo, en este caso de El Comía, Paco Isidro y Santa Bárbara, trufados por un estribillo coral mixto. La guitarra, precisa, la pone Manuel de la Luz. Las seguiriyas son otro de los estilos característicos del Extremeño y en este disco vienen arregladas, con un fuerte acento rítmico, por la guitarra de Paco Jarana, habitual tocaor del cantaor en los espectáculos de Eva Yerbabuena, compañía en la que milita El Extremeño desde hace años. La fiesta final, de más de 12 minutos, incluye invitados de lujo como Juan José Amador, Fabiola o El Zambullo. El disco incluye también tangos por partida doble, soleá por bulerías y unas nuevas bulerías.

Jaleo es, de hecho, un disco del Guadiana, aunque tiene dos aportaciones de su hermano Ramón el Portugués, un cantaor que prácticamente se halla retirado del cante, y que el año pasado recibió un multitudinario homenaje de sus compañeros como ayuda para su jubilación. Tanto él como El Guadiana han llevado a cabo la mayor parte de su carrera en Madrid. Ramón Suárez Salazar, conocido como Ramón el Portugués (Mérida, 1948) es un especialista de los estilos extremeños. Por eso en Jaleo, que firma junto a su hermano El Guadiana, es el encargado precisamente de los jaleos. Con la guitarra sutil de Jesús del Rosario, El Portugués desgrana las melodías y letras típicas de este palo que popularizó su tío Porrinas de Badajoz. El arte del Portugués es íntimo, muy sutil, blanco. De un enorme virtuosismo rítmico e influyó enormemente en algunos de sus compañeros de profesión en los tablaos madrileños de los primeros 70 como El Turronero o el mismísimo Camarón, que en su primer disco incluyo los tangos del Rintintín, de gran éxito, que aprendió de Ramón el Portugués.

El Guadiana es el nombre artístico de Antonio Suárez Salazar (Badajoz, 1955). Me gusta mucho cómo hace los estilos levantinos El Guadiana. Su taranta es sutil, de unos melismas deliciosos y blancos, muy esenciales, nada retóricos, directos. Sigue aquí la tradición de Manuel Torres, que a su vez se basó en los estilos taranteros de Linares, lugar en el que residió varias temporadas el cantaor jerezano. Existe hoy la tradición de nombrar a este estilo como taranto, aunque Manuel Torre jamás uso esa denominación para este cante. Contrasta la voz poderosa y ronca del cantaor con el lirismo del piano de Pedro Ojesto. En la malagueña sigue El Guadiana una de las melodías clásicas de Antonio Chacón, la de la corte. Es uno de los cantes más elaborados y artificiosos del jerezano, que El Guadiana se trae a su terreno, a sus facultades, a su sensibilidad, haciendo del cante una obra más fresca y visceral que la original.

En la segunda letra sigue también al maestro jerezano, en otra de las melodías clásicas del cantaor, lo que da fe de la extensión de repertorio del Guadiana. También es Chacón, naturalmente, el referente de la granaína. No sólo en las dos melodías que ejecuta, sino también en las letras que canta. Con un brillante arreglo de Jesús de Rosario, la granaína es uno de los estilos estrella del Guadiana, a pesar de que tradicionalmente se encasilla al cantaor en el acompañamiento del cante para el baile, es decir, en los estilos rítmicos. El disco incluye también tangos, caña, alegrías, seguiriyas, bulerías, tientos, marianas y fandangos.

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