La confirmación de que la decisión de poner a Juan Antonio Vigar al frente del Festival de Cine Español de Málaga era tan feliz como acertada requería sólo un poco de tiempo. Desde que el antiguo responsable del Área de Cultura de la Diputación asumió el cargo a finales del pasado mes de diciembre, tanto los medios de comunicación como los profesionales afines al certamen celebraron su llegada como puerta abierta a cambios que parecían ya más urgentes que necesarios. Vigar no tardó en introducir modificaciones, y lo hizo en dos directrices esenciales: la primera, la celebración de un programa de actividades culturales previo a la decimosexta edición del festival, que bajo el lema Málaga de Festival (Maf) acogió durante dos semanas conciertos, exposiciones, encuentros literarios y otros eventos en relación con el cine en diversas sedes, ya con una generosa respuesta por parte del público; la segunda fue la aplicación de la fórmula acuñada por Vigar "más Málaga y más cine" al festival, con una mayor oferta en cuanto a proyecciones y actividades y la conquista de nuevos espacios urbanos para el paisaje habitual del ciclo. Pues bien, lo que faltaba eran los números, que fueron aportados ayer por el propio Vigar y el concejal de Cultura, Damián Caneda. Y los números hablan por sí solos: la edición del Festival de Cine clausurada el pasado sábado registró más de 100.000 espectadores (sumados el MaF y la propia edición), lo que supone un crecimiento del 62% respecto a 2012.

Los indicadores coinciden al ofrecer datos positivos. La recaudación en taquilla durante esta pasada edición fue de 88.746 euros, 8.471 (un 10,6%) más que el año pasado. En total, se emitieron 28.335 entradas e invitaciones para las distintas proyecciones, exposiciones, conciertos, programas de formación y encuentros con el público, entre otras ofertas. Las personas acreditadas en la decimosexta edición fueron de 2.193, de las que 853 correspondieron a profesionales de la prensa.

En cuanto a los contenidos del festival, durante la pasada edición se programaron 179 películas, lo que supone un crecimiento del 25% respecto a 2012. En total se celebraron 211 sesiones, distribuidas entre el Teatro Cervantes (33), el Cine Albéniz (112), el Teatro Echegaray (24), la Sala del Rectorado de la UMA (18) y la Sala de Cajamar en la Alameda (24). Igualmente, se celebraron 46 actividades (foros, encuentros con el público, masterclasses y otros), ocho más que el año pasado. Además, la página web del festival recibió 160.000 visitas durante el mes de abril, con un total de páginas vistas superior a un millón, lo que se traduce en un incremento del 33% respecto a 2012.

Pero si hay cifras relativas al Festival de Cine que se miran con lupa, ésas son las referentes al impacto económico que genera en la ciudad. Vigar y Caneda cifraron el de la pasada edición en 1.150.000 euros, a lo que habría que añadir el flujo adicional correspondiente a los participantes en el certamen de fuera de Málaga, cuya presencia elevó la ocupación hotelera hasta el 86%, según los datos de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos). La contratación por parte del festival de empresas profesionales y personal temporal se cifra en 415.000 euros, mientras que la contratación de servicios para la producción alcanza los 360.000 euros. Los servicios hoteleros y de restauración se estiman en 200.000 euros, mientras que los vinculados a comunicación e imagen alcanzan los 175.000 euros.

En época de vacas flacas, el Festival de Cine supone para Málaga un alivio incluso mayor. Conviene mimar a la criatura.