Cultura

Franja de Gaza, 1956

  • 'Noticias al pie de Gaza' (Reservoir Books) es un magnífico ejemplo de cómic de investigación de Joe Sacco

Tras la declaración de la Segunda Intifada, en la primavera de 2001, la revista Harper's envió a Chris Hedges y Joe Sacco como corresponsales a la Franja de Gaza. Durante su estancia en Khan Younis, los periodistas recabaron noticias dispersas sobre una matanza de civiles palestinos a manos del ejército israelí perpetrada en noviembre de 1956 pero, al final, la revista eliminó toda mención a este episodio menor en la tragedia ininterrumpida de Gaza. Joe Sacco no se daría por vencido: 275 muertos, según las cifras manejadas por la ONU, clamaban justicia. Entre noviembre de 2002 y marzo de 2003, el dibujante-reportero regresó por su cuenta y riesgo a la zona en busca de testigos de los hechos, y halló y siguió el rastro sanguinolento de otra masacre similar, cometida por las mismas fechas, en la ciudad vecina de Rafah. La abundante cosecha del odio que el Estado de Israel siembra regularmente en estas tierras habría dejado esta vez un centenar de víctimas.

Noticias al pie de Gaza (Reservoir Books) es un excepcional reportaje que, en vez de la inmediatez de la fotografía, emplea la paciente "visualización" del artista gráfico y la exposición narrativa propia del cómic. Joe Sacco ha dedicado cuatro años a la elaboración de un relato pormenorizado de sus investigaciones y a una reconstrucción (magistral por dramática) de aquellas acciones de exterminio. No hay nada como mirar atrás en tiempos de tortícolis generalizada e interesada, de modo que tomen nota: a mediados del pasado siglo, Inglaterra y Francia suministraron armas a Israel para atentar de manera indirecta contra Egipto, cuya política anticolonialista hacía peligrar las inversiones inglesas en los recursos petrolíferos de Irak y el statu quo francés en Argelia. Con tales refuerzos, las tropas israelíes entraron en la Franja de Gaza, bajo la tutela de Egipto, y llevaron a cabo unas violentísimas represalias contra el pueblo palestino. No se hicieron distingos entre soldados o civiles, hombres o mujeres, niños o adultos; todos eran el enemigo. En Khan Younis, aquel noviembre de 1956, los soldados entraron casa por casa, sacaron a empellones a los varones en edad militar y fusilaron a dos centenares de ellos en donde buenamente encartaba.

Lo sucedido en Rafah es tristemente repetitivo. En la madrugada del 12 de noviembre de 1956, varios vehículos militares recorrieron las calles exigiendo, a través de altavoces, que todos los varones entre 15 y 60 años se presentaran en la escuela estatal (O, según los barrios, en otros centros escolares). A medida que los hombres iban acercándose al punto de reunión, los soldados israelíes, bien apostados a lo largo de las vías de acceso, los instaban a correr. De forma aleatoria, algunos dispararon contra éste o aquel vecino, empujando al resto a correr más. La red se espesaba conforme se llegaba a la meta; a la entrada de la escuela había hombres apostados con garrotes que golpeaban a diestro y siniestro a una ciudadanía completamente aterrorizada.

En el patio, el ejército obligó a la población a permanecer sentada todo el día, con las manos en la cabeza, sin agua, sin comida, in atender a los heridos. El objetivo era identificar a soldados palestinos que fueron, unos, conducidos a cárceles en Israel; otros, fusilados. Las cifras oficiales hablan de 111 víctimas; el propio Jefe del Estado Mayor israelí, Moshe Dayan, reconocería posteriormente que "se disparó contra gente que podía haber sido capturada".

Noticias al pie de Gaza (crónica periodística, reconstrucción histórica, ensayo político, diario íntimo) demuestra que no hay género ajeno al cómic. La reconstrucción de la geografía y la fisonomía de la Franja de Gaza en los 50 se ha realizado a partir de un trabajo de campo y de inmersión en los archivos fotográficos de Naciones Unidas sencillamente admirables.

El dibujo permite observar con mayor atención una realidad ingrata; el trazo realista y agresivo de Sacco expone los hechos en toda su crudeza y ayuda a comprender a unas gentes que sufren un mismo calvario desde hace decenios. Sacco extrae el máximo rendimiento de una técnica muy a propósito, el dibujo "a sangre", ése que no encuentra límites en el borde de una viñeta, sino que se expande y llena la página entera, como si la historia no pudiera ser reteni+da dentro de unos márgenes. Ahora bien, ¿por qué aclarar estos sucesos cuando otras mil y una tragedias ofrecen material y cifras más recientes? Porque de aquellos fangos vienen estos lodos, según sentencia el refrán, y el horror no prescribe.

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