Cultura

La Fundación Mapfre aborda en Madrid la obra de Picasso desde el cosmos de su taller

Pablo Picasso concebía sus talleres como "paisajes interiores", como recintos sagrados o laboratorios experimentales en los que probar sus variaciones estilísticas, un hecho que deja en evidencia la exposición Picasso. En el taller, de la Fundación Mapfre. Del 12 de febrero al 11 de mayo, esta muestra reúne en Madrid cerca de 80 lienzos, 60 dibujos y grabados, 20 fotografías y más de una decena de paletas del artista, en los que se aprecia cómo el taller del artista malagueño se convierte en el eje de toda su creación, el lugar en el que convergen su vida privada y su arte. Las obras proceden de treinta prestigiosas colecciones públicas y privadas y de museos nacionales e internacionales, entre los que se encuentran el Philadelphia Museum of Art, el Phillips Collection de Washington, el Pompidou de París, la Tate de Londres, el Museum of Modern Art de Kyoto, el Reina Sofía de Madrid y el Museu Picasso de Barcelona.

Dos autorretratos, Autorretrato con paleta (1906) y Hombre en el taburete (1969), abren y cierran la exposición, con un periodo en medio de sesenta años de vida artística, en los que Picasso trabaja en diferentes estudios, en el Bateau Lavoir, el Boulevard de Clichy, el Boulevard Raspail, la Boétie, Boisgeloup, La Californie y Mougins, su estudio final. En todos ellos, el malagueño concibe su taller como lugar de experimentación y motor de reflexión, como testigo mudo de sus variaciones estilísticas e iconográficas. La comisaria de la muestra, Maite Ocaña, reconoció que, tras dos años de feliz jubilación, esta exposición le ha "devuelto la vida", a pesar de que para su organización ha tenido que realizar "matadores" y largos viajes para conseguir el préstamo de muchas de las obras. "Es el discurso de un recorrido por una parte importante de su obra", afirmó al respecto Maite Ocaña.

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