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Los Goya 'sevillanos' reivindicarán el cine español como "sector estratégico"

  • Andreu Buenafuente y Silvia Abril presentarán el 2 de febrero en Fibes la entrega de premios

  • El guión de la gala celebrará una cinematografía plural "donde caben todas las tendencias"

Representantes del cine andaluz y las instituciones arropan a Mariano Barroso, presidente de la Academia.

Representantes del cine andaluz y las instituciones arropan a Mariano Barroso, presidente de la Academia. / VÍCTOR RODRÍGUEZ

La gala de los Goya, que se celebrará el 2 de febrero en Fibes, reivindicará el cine español como una filmografía con gran proyección en el mundo y una "industria estratégica", un sector "que genera riqueza y actividad, miles de puestos de trabajo". El presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, adelantó ayer en Sevilla que la ceremonia que presentarán Andreu Buenafuente y Silvia Abril será así un homenaje a los profesionales de un ámbito "donde caben todas las tendencias: se hace cine para el gran público y también alternativo".

Barroso anticipó que los Premios Goya mirarán al pasado para dar valor a "una de las cinematografías más importantes a nivel mundial", una opinión que ilustró con una anécdota. "Cuando me fui a estudiar cine a Los Ángeles, llegué a una universidad a la que es complicadísimo acceder, y allí una de las primeras películas que me pusieron en clase fue Cría cuervos, de Carlos Saura", comenta el director de El día de mañana, la adaptación de la obra de Ignacio Martínez de Pisón que emite ahora Movistar.

Barroso anticipó que los Premios mirarán al pasado para dar valor al cine nacional

El director de la Academia de Cine aseguró que "aunque mucha gente la espera con el cuchillo en la boca", la gala de los Goya "está por encima de esas críticas, salga bien o salga mal. Yo no lo sabía antes del cargo, pero la alfombra roja, por ejemplo, duplica a cualquier otro evento del país en los invitados y los medios", dijo sobre el impacto que tienen estos galardones.

Sobre el traslado a Sevilla en lo que será la segunda vez que los premios se desarrollan fuera de Madrid tras la entrega que acogió Barcelona en el año 2000, Barroso apuntó que el cambio de sede "requiere muchas complicaciones, pero por parte del alcalde [Juan Espadas] todo han sido facilidades", expuso. "Las personas que hacemos cine sabemos que es muy importante ir a los sitios en los que nos quieren, porque éste ya de por sí es un oficio muy complicado que requiere mucho esfuerzo", bromeó el director, que entiende el cambio de ubicación como un homenaje al público. "Tenemos unos espectadores muy exigentes, y de vez en cuando hay que ir a visitarlos", defendió.

Además, el responsable de la institución matizó que la Academia se encargará de cubrir los gastos de desplazamiento y hotel de los académicos, los candidatos y los encargados de entregar algún premio, y agregó que "ya está pactado y negociado" el compromiso de RTVE a la retransmisión de la ceremonia y a "desplazar los medios necesarios".

El cineasta reveló que había otras capitales interesadas en acoger la gala, "pero ésta precisa de un aforo de 2500 personas y no todas las ciudades tienen un teatro así", aclaró Barroso, que tras la rueda de prensa en el Ayuntamiento tenía prevista una visita a Fibes para conocer en mayor profundidad las instalaciones. El director de Mi hermano del alma o Todas las mujeres señaló que aunque Sevilla es la tercera ciudad española en número de académicos la apuesta por este destino fue tomada por "unanimidad" por toda la junta directiva.

Barroso y su equipo -ayer, el cineasta estuvo acompañado por Rafael Portela, vicepresidente primero de la Academia; faltó la actriz Nora Navas, vicepresidenta segunda, por estar haciendo teatro- se han reunido ya con Buenafuente y Abril para ir esbozando el guión, tras el encargo fallido a Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes en la anterior edición de los premios. "La clave de una película no está en el día que vas a rodar como en todo el trabajo que haces anteriormente, y aquí ocurre lo mismo", explicó Barroso.

La celebración de los Goya en Sevilla despertó el entusiasmo de las administraciones. El delegado de Cultura, Antonio Muñoz, recordó que "hacía unas semanas decíamos que nos esperaban unos meses muy interesantes, con el Festival de Cine Europeo en noviembre y los Premios del Cine Europeo en diciembre, y ese período se prolonga ahora con los Goya hasta febrero", dijo el concejal, antes de recordar que en los meses previos la ciudad había acogido los Premios Forqué -en 2017-, los Ondas y los Premios Max. "Nada es casual. Igual que cuando vemos una película hay una labor anterior que pasa desapercibida y es la producción, aquí ocurre lo mismo, y es algo que se llama voluntad política. El alcalde nos dijo que trabajáramos por este evento sin ningún complejo", comentó Muñoz. "No es que no sepamos decir que no, es que sabemos buscar el sí", declaró al respecto Espadas.

Preguntado sobre el impacto que tendrá la celebración de los Goya en Sevilla, Muñoz estimó que "si tuviéramos que pagar toda la publicidad que se va a generar estaría en torno a los 50 millones de euros. Es el evento más importante, más mediático, del panorama cultural español, con el que soñamos todas las ciudades".

El consejero de Cultura, por su parte, consideró la decisión de la Academia "un espaldarazo al cine que se hace en Andalucía", a los técnicos "cualificadísimos que trabajan tanto fuera como dentro de España" y el reconocimiento a una tierra que "reúne condiciones fantásticas para acoger rodajes".

Al anuncio de los detalles de la gala, que tuvo lugar en el salón Colón del Consistorio, acudieron numerosos representantes del cine andaluz, entre ellos los directores Alberto Rodríguez y Pilar Távora, los productores Gervasio Iglesias y Olmo Figueredo, el responsable del Festival de Cine Europeo de Sevilla José Luis Cienfuegos, la directora de la Andalucía Film Commission Piluca Querol, el guionista Rafael Cobos o los actores Jesús Carroza y Sebastián Haro, muchos de ellos galardonados con un Goya.

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