La película más esperada del año, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, de Steven Spielberg, no defraudó a los seguidores del famoso arqueólogo en Cannes, donde el ansia por ver las nuevas aventuras de Harrison Ford hizo que el aplauso de la crítica fuese más entusiasta al principio que al final de la película.

Hacía 19 años que Ford colgó el látigo, así que cuando aparecieron los primeros títulos de crédito, una platea entregada comenzó a aplaudir. "A los fans no les va a defraudar, pero no es una gran película. Tiene muchos guiños a películas anteriores y hasta a Encuentros en la tercera fase", señaló una periodista española.

Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal está ambientada a finales de los años 50, en plena Guerra Fría, cuando el enemigo provenía de la extinta Unión Soviética. Cate Blanchett, quien se une al reparto, dijo en una abarrotada rueda de prensa que ella intentó convencer a Spielberg de que le diera el papel principal, pero sólo consiguió el de villana rusa, "con un magnífico corte de pelo".

Spielberg explicó que la idea de reanudar la saga partió de Harrison Ford, quien en la gala de los Oscar de 1994 le dijo que estaba listo para volver a empuñar el látigo. "El más difícil de convencer fui yo", añadió el realizador. "Entonces estaba pasando por un periodo más oscuro, haciendo películas más serias y con contenido", relató.

Sin embargo, finalmente accedió porque la gente le pedía que volviese a poner a Indiana Jones en la pantalla. "No me han pedido una segunda película de Inteligencia artificial o Hook, pero sí de E.T. e Indiana Jones", indicó el cineasta.

Así, Lucas y él comenzaron a trabajar el guión, libremente basado en una leyenda precolombina sobre 13 calaveras de cristal. Según la película, quien consiga reunirlas todas dominará el mundo.

Lucas, quien como siempre apareció luciendo una camisa a cuadros, evitó pronunciarse sobre si realmente cree en la leyenda. "Yo sólo tengo que creer que las otras personas creen que es verdad", aseveró el cineasta.

La cuarta entrega de Indiana Jones, al que un par de generaciones han conocido en DVD, incorpora nuevos personajes que de cara a un futuro podrían asumir el testigo del arqueólogo aventurero.

Por su parte, Harrison Ford sale airoso de la prueba de fuego que supone volver a interpretar el mismo personaje, un icono en el imaginario de muchos espectadores, casi 20 años después. "Es todo actuación física, nada de abdominales", dijo Ford. "Cada momento en la pantalla tiene que transmitir emoción", añadió sobre el objetivo de la cinta.

Y emoción es, desde luego, lo que mantuvo desde primera hora de ayer a cientos de fans paseando por La Croissette a la espera de poder ver a sus estrellas.

sección competitiva

La entusiasta ovación que recibieron el director Mateo Garrone y el escritor Roberto Saviano no dan lugar a dudas: Gomorra, la película sobre la base de la mafia napolitana, también se ha impuesto en el festival, donde fue proyectada ayer en la sección competitiva.

Traducida a 34 lenguas, la obra, una mezcla de ensayo y ficción, constituye todo un fenómeno en Italia, donde el escritor vive en un lugar secreto permanente custodiado por la policía, tras haber permanecido infiltrado durante años en la Camorra napolitana, para la que trabajó como periodista.

"No esperaba que la película fuese tan bien recibida", dijo Saviano, quien no estuvo por la tarde en la presentación oficial de la película, ni se paseó por la alfombra roja, por razones de seguridad. "La gente está cansada de la ficción y el folclore en las películas normales de crímenes", añadió el realizador, que también firma el libreto de la película.