Cultura

'El Indiano' surcará Málaga con sus bailes de ida y vuelta

  • El Teatro Cánovas acoge el 7 de mayo este espectáculo con el ballet flamenco de David Morales, dirigido por Julio Fraga y con Javier Ruibal como artista invitado

En Contrabandistas emprendió el camino, con Abraçado continuó la senda, y El Indiano se encarga ahora del viaje definitivo. El bailaor David Morales (La Línea de la Concepción, 1971) se asoma de nuevo al Estrecho con un espectáculo que tiende puentes a Hispanoamérica con los bailes de ida y vuelta. El próximo miércoles 7 de mayo el Teatro Cánovas acoge la segunda escala de El Indiano, bajo la dirección de Julio Fraga y con Javier Ruibal como artista invitado.

"Suelo ser muy ortodoxo y tradicional, pero también me gusta atreverme", confiesa David Morales en alusión a un trabajo que fusiona ritmos flamencos con sones de la otra orilla. Así, entre zorongos, alegrías, milongas, vidalitas, tangos y guajiras danza el Morales más transatlántico. "Es también un homenaje a los españoles que se fueron por el Estrecho en busca de mejor vida", expresa el bailaor y coreógrafo de este montaje.

El Indiano tuvo su puesta de largo el pasado 17 de abril en el teatro Pedro Muñoz Seca de Puerto de Santa María. Para su escala en Málaga contará con el mismo elenco interpretativo y musical. Javier Ruibal canta en directo (su hijo le acompaña como percusionista) Ausencia de Pablo Milanés, en un compás de tres por cuatro y Volver "por bulerías como lo hizo el gran Chano Lobato", matiza Morales. Javier Latorre coreografía los bailes de Guantanamera y La gota fría, y así hasta conformar un plantel de profesionales en movimiento a partir de una idea original de Gabriel de Molina.

Tras siete meses de trabajo sobre papel, El Indiano echa a andar para narrar la historia de un gaditano que se fue a hacer las américas, como tantos andaluces y gallegos, y volvió al cabo de los años "con mucho dinero pero ya nadie le quería", rememora su director, Julio Fraga. La dramaturgia se desarrolla en el antiguo negocio del protagonista, un típico bache (bar de paso) cerrado durante su ausencia. Es en ese escenario cuando el personaje que encarna David Morales tendrá que lidiar con las tres mujeres de su vida. A saber: la que ha dejado en América, la que abandonó en Cádiz a su marcha, y la que conocerá a su regreso, su amor platónico.

Rosario Toledo, como bailarina invitada, interpreta a las tres féminas con las que el indiano se tendrá que ver las caras. "El denominador común es la historia de amor y desamor de estas tres mujeres pero, la danza es tan abierta que cada público puede interpretar cosas distintas", sostiene Fraga.

Sobre el escenario, piano, contrabajo, batería, dos guitarras (una de ellas del esteponero Paco Javier Jimeno, Bordón Minero del Cante de las Minas), y la malagueña Rocío Bazán junto a otros dos cantaores darán vida musical al periplo de El Indiano por territorios de ritmos diferentes en apariencia, pero con nexos de unión. "Son muy parecidos y simétricos", comenta David Morales. Como ejemplo cita la milonga flamenca y la uruguaya, o cómo el vallenato y la rumba "llevan las mismas palmas", añade.

Cuando El Indiano se despida de Málaga embarcará rumbo a La Línea de La Concepción, para recalar luego en el Teatro Central de Sevilla como espectáculo de clausura de la bienal. Producido por la Agencia Andaluza de Flamenco, también prevé cruzar el charco y abrirse al público de Venezuela, Colombia y Brasil, de la mano de la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda). "Estamos en ello", apunta Morales.

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