Cultura

Ironías de un periodista gallego

Qué poco respetamos nuestro pasado, incluso cuando decimos recuperarlo. Ediciones Luca de Tena se saca de la manga estas crónicas de Julio Camba (1882-1962) y se vuelca en convertirlo en un escritor españolista, sin que sepamos qué significa eso. Maneras de ser español ha estado al cuidado de Catalina Luca de Tena y parece que en su interés por resaltar el componente nacional del gallego ha olvidado que el cosmopolitismo del autor de La ciudad automática (1934) era su principal rasgo, y que sus mejores reflexiones sobre lo español las escribió desde hoteles de Londres o París. Más allá de la falta de consonancia entre el proyecto editorial y el autor, estas páginas son una delicia -esas crónicas parlamentarias son maravillosas-, que nos regalan un buen número de inéditos y una de las voces más incisivas de nuestras letras. Ligero e irónico, como siempre, el Camba que aquí nos habla es el mismo que tan buenos ratos nos dio con Aventuras de una peseta (1923) o Un año en otro mundo (1917). Esto es un recuerdo de que el periodismo puede ser literatura.

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