Cultura

"Javert es como una barra de hielo con un volcán a punto de explotar"

El barcelonés afincado en Sevilla Ignasi Vidal es uno de los intérpretes que repite en Los Miserables: vuelve a adentrarse en la psicología torturada de Javert, el guardia de una prisión y más tarde un inflexible policía que cree en un escrupuloso cumplimiento de las leyes y hace de la lucha contra el crimen la causa de su vida, sin sospechar que a veces la bondad habita también en quienes, como le ocurre a su antagonista Jean Valjean, se convierten en malhechores por los reveses que depara el destino.

Con la reelección, Vidal ha descubierto "que Javert y Los Miserables me gustaban mucho más de lo que pensaba. Era consciente de la importancia que tenía el espectáculo, y le puse mucha pasión la primera vez, pero sin embargo ahora me he dado cuenta de lo que significa un proyecto como éste", admite en declaraciones a este periódico. Fue una tarde en Burgos, mientras el actor estaba de gira con La Bella y la Bestia, cuando recobró la excitación por el montaje. "Me puse Estrellas [uno de los temas que canta su personaje, y que el intérprete recuperó el jueves en Santander, cuando se presentó el nuevo reparto], en la versión nuestra, y me emocioné. Tuve que apagarlo. Pensé que la fuerza de Los Miserables no radica sólo en su magnitud, sino en la historia universal que narra", sopesa.

Vidal reconoce que en los primeros ensayos del espectáculo que se representó en Madrid y Barcelona sufrió para dar con la humanidad de un personaje cuya extrema rectitud moral puede resultar incómoda. "Al principio tenía la sensación de no encontrar el camino", confiesa. "Yo no había visto Los Miserables hasta que estrenamos, y me basé en la novela. En realidad, todas las claves estaban ahí. Javert es como una especie de barra de hielo que contiene un volcán a punto de explotar, el personaje más complejo de mi carrera", reflexiona sobre el carácter de un individuo "auténtico", que a pesar de la inclemencia con la que persigue a los criminales, de ese aparente maniqueísmo que le impide entender la turbia complejidad del comportamiento humano, es un modelo de integridad. "Si en el mundo de hoy existieran almas tan limpias, tan preocupadas por el concepto de honorabilidad, no se darían tantos casos de corrupción como los que estamos conociendo", argumenta. "Javert cree en el camino de la rectitud, aunque no se detenga a valorar la gravedad del delito que juzga, lo que ocurre con Valjean, que es otra alma pura".

El actor, un rostro asiduo en propuestas nacionales en las que ha sido dirigido por nombres de la talla de Tricicle o Calixto Bieito, ha frecuentado también el teatro andaluz, con obras como Vagón de cola, de Niñosperdidos, Soñando a Bécquer, de Producciones Imperdibles, o Dj Peep Show, de Excéntrica Producciones, compañía surgida del Centro de Artes Escénicas de Sevilla que él ha promovido. Recientemente se ha revelado como un creador versátil: ha publicado su primer álbum en solitario y el libro El plan, editado por Bartleby. No parece que sus compromisos escénicos vayan a frenar su productividad literaria: prepara varios textos teatrales y una novela, "una historia que necesitaba contar" y que espera tener terminada el año próximo. "Las giras te dejan las mañanas libres", asegura un profesional no obstante visiblemente ocupado: en septiembre terminará sus representaciones de La Bella y la Bestia "y entonces, empalmaré con Los Miserables", adelanta.

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