Cultura

Litoral se acuerda de las "víctimas de la geografía"

  • El nuevo número de la revista malagueña repasa los artistas e intelectuales que dejaron su huella en la provincia.

Cuando es otra la mirada que se posa en una ciudad, otros los pasos que la recorren y otros quienes pronuncian su nombre, ella expande su significado. "El extranjero es víctima de la geografía, de una cartografía confusa que le ofrece la vida para descubrir su sitio en el mundo". Lorenzo Saval comienza así un nuevo tributo a aquellos intelectuales y artistas que desde el siglo XIX hasta hoy han encontrado inspiración en Málaga o se han dejado llevar por su influjo. "Seguir la ruta de estos viajeros ha sido nuestro propósito, primero con estudios y textos de los escritores y artistas románticos que vinieron a España, para seguir luego con dos significativas visitas, la de los poetas Rubén Darío y Rainer María Rilke", enumera Saval para referirse a Málaga. Meeting point, el nuevo número de Litoral, la revista de poesía, arte y pensamiento que edita este creador, malagueño de adopción y madre, pero extranjero de cuna. "Soy chileno pero a estas alturas ya me siento un malagueño más", comenta risueño.

Ante la cantidad ingente de nombres susceptibles de poblar este nuevo número, Litoral distingue capítulos según la disciplina artística, la relevancia del personaje o la de su estancia en la provincia. Así en Málaga Virgen-exótica se incluye al hispanista inglés Richard Ford, "para quien Málaga era una ciudad bella, pero puramente comercial, con pocos atractivos aparte de las almendras, las uvas y el vino dulce", recuerda Saval. Más amable en sus comentarios fue Christian Andersen "que dijo que en ninguna parte de España se sentía tan feliz y tan en casa como en Málaga", añade.

Por su parte Málaga. Punto de encuentro con la poesía se detiene en los versos de Rubén Darío, Antonio Machado, Luis Cernuda o Jorge Guillén cuando dignificaba el paseo marítimo de Málaga de la siguiente forma: "(...) Mar azul, ahí delante. Contemplo entre los barrotes. Del balcón. Matisse constante".

Ante la presencia de Buster Keaton, Litoral cede el paso para evocar ese agosto de 1930, cuando el cineasta visitó Málaga, contactó con el fecundo grupo poético del 27 y hasta presenció una corrida de toros en La Malagueta. "Es probable que el contacto entre Keaton y Málaga fuera el también cineasta Edgar Neville, casado con una malagueña, Ángeles Rubio Argüelles", reseña Saval. Darío Carmona dedica un apartado a la famosa imagen de Gala con los pechos al aire en la playa de Torremolinos en 1930. "Se sentaba y miraba sediento a Gala. Ni una sonrisa, ni una palabra. Era el representante de la España negra, del puritanismo siniestro, de la contención, de la pobre moral sin alegría", lamentaba.

Carlos Pranger elige la figura de Gerald Brenan para trazar su estancia en Churriana, en la casa de los Heredia. "Uno de los principales motivos que le hicieron decidirse por Málaga fue la existencia de una amplia comunidad de expatriados con los que conversar, costumbre muy inglesa", sostiene.

Concebida a modo de "revista entretenida pero seria", Litoral repasa pasajes de la historia de esta provincia que ilustraron personajes como Rita Hayworth y su afición al flamenco y los toros, compartida por su marido Orson Welles, cuyos restos reposan en Ronda. La costa cautivó igualmente al animal más bello del mundo, esa Ava Gardner que Juan Antonio Vigar ensalza en el capítulo Rodajes y anécdotas del cine internacional en la Costa del Sol.

De la poesía a la prosa, al cine, al flamenco, a la visita de los Beatles y los Rolling Stones en la cumbre de sus carreras, pero también a ese Estilo del relax que aún conserva su huella arquitectónica en ejemplos como el hotel Pez Espada, donde durmieron desde Elizabeth Taylor hasta Claudia Cardinale, o a ese pez-ojo que Jean Cocteau dibujó en los años 60 durante su estancia en Marbella. Litoral ha querido escribir con todos ellos este cuaderno de bitácora.

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