Cultura

Llorens cobró por asesorar al Thyssen más de 100.000 euros en tres contratos

  • El ex miembro del Patronato remitió al Área de Cultura, la Gerencia de Urbanismo y el Instituto Municipal de la Vivienda el mismo documento de un folio y medio · María López fue 'aconsejada' respecto a su dimisión

La presentación de Lourdes Moreno como nueva directora artística del Museo Thyssen de Málaga, sólo cinco después de que la ex directora, María López, y el historiador y miembro del Patronato de la Fundación Palacio de Villalón Tomás Llorens anunciaran su dimisión, responde al interés decisivo de pasar página cuanto antes y, tal y como admitió el alcalde, Francisco de la Torre, impedir que el hueco se mantenga vacío durante mucho tiempo. El anuncio de la ampliación de la colección permanente y de la primera muestra temporal para junio vinieron el pasado viernes a poner más tierra firme y a acrecentar la sensación de control. Pero, en buena medida, aquella dimisión bicéfala sigue siendo un enigma que responde al pulso mantenido por Llorens y la propia baronesa Thyssen y del que poco a poco se van conociendo detalles. El último: según fuentes cercanas al Patronato, Llorens cobró 105.000 euros por un servicio de asesoramiento repartido en tres contratos con otras tres instituciones municipales vinculadas al museo: el Área de Cultura, la Gerencia de Urbanismo y el Instituto Municipal de la Vivienda. En los tres casos, el asesoramiento fue el mismo: un documento de una extensión de un folio y medio del que se hicieron tres copias y otros tantos envíos, una por cada institución. El contrato quedaba así fraccionado (o mejor triplicado), aunque el servicio era el mismo. Otras fuentes confirmaron que el contenido del folio y medio eran fotocopias de un libro del que el mismo Llorens es autor.

Durante el tiempo en que Llorens fue patrono del Museo Thyssen, además, ejerció toda su influencia para la promoción de contratos de personal en beneficio de allegados. Uno de ellos, según las mismas fuentes, fue el de José Garín, contratado como jefe de marketing del museo y despedido la semana pasada (pocos días antes del anuncio de las dimisiones) por el director gerente, Javier Ferrer, después de que éste considerara que no había superado con satisfacción el periodo de prueba de tres meses estipulado en su contrato. Se da la circunstancia de que José Garín es hijo de Felipe Garín, historiador y conservador que dirigió el Museo del Prado entre 1991 y 1993 y que a su vez dirigió varios museos de la Comunidad Valenciana entre 1972 y 1990, periodo en el que fraguó una relación tanto profesional como personal con Llorens. Como responsable del área gerencial en enero, antes de la llegada de Ferrer, María López formalizó así bajo la influencia de Llorens el contrato de José Garín (uno de los pocos que se rubricaron hasta finales de febrero), del que posteriormente decidió prescindir el nuevo gerente, lo que, de nuevo según las fuentes, significó la gota que colmó el vaso en las dimisiones de Llorens y López.

Preguntado al respecto, el portavoz de IU en el Ayuntamiento y candidato a la Alcaldía, Pedro Moreno Brenes, quien ya informó en febrero de presuntas irregularidades, explicó que su grupo tiene "indicios" de presuntas irregularidades en cuanto a contratos de personal y servicios (publicidad, seguridad y páginas web) bajo la responsabilidad gerencial de María López. Moreno Brenes ya reclamó el febrero pasado la documentación relativa a los contratos al Patronato y tanto el alcalde como la baronesa Thyssen le replicaron que esos indicios habían sido remitidos a IU en despecho por un empleado que había sido despedido por falsear su curriculum. Pero de esos contratos sigue sin saberse nada. En la reunión del Patronato del viernes, la que sirvió para la presentación de Lourdes Moreno como nueva directora, Moreno Brenes volvió a reclamar la documentación al respecto. "Y seguiré pidiéndolas las veces que haga falta", afirmó.

Estas premisas sirven de contexto al modo en que la baronesa Carmen Thyssen arremetió el pasado viernes contra Tomás Llorens, al que llamó "poco serio y poco profesional" a pesar de que contó con su trabajo como conservador durante catorce años en el Museo Thyssen de Madrid. Lo que no explican es por qué se permitieron esos pagos y esas influencias mientras el presupuesto de la pinacoteca malagueña se disparaba. En cuanto a María López, Moreno Brenes confirmó que estuvo presente en la reunión del pasado viernes del Patronato (para sorpresa de algunos de los miembros del mismo), aunque no explicó con detalle los motivos de su dimisión (nadie lo hizo) más allá de las breves declaraciones que ya realizó el pasado lunes ni compareció después ante los medios. Las fuentes antes citadas apuntan a que María López fue "aconsejada" por la baronesa Thyssen respecto a su dimisión después de que Llorens tuviera ya decidida la suya, e incluso no descartaron que decidiera estar presente en la reunión por un posible arrepentimiento, inútil ya de todas formas con Lourdes Moreno como nueva directora.

En cuanto al contrato de cesión de las obras de la colección permanente, Moreno Brenes insistió en que el acuerdo "es muy débil jurídicamente, ya que un contrato de comodato como el que se ha propuesto garantiza que la propietaria de las obras, al cederlas gratuitamente, podrá retirarlas sin muchos problemas cuando lo desee o lo necesite. Eso deja al museo y a la ciudad en una situación muy delicada". El portavoz de IU, que expondrá mañana lunes el asunto en una rueda de prensa, explicó que la documentación le fue entregada a los patronos minutos antes del comienzo de la reunión y que, además, estaba incompleta: "El contrato de cesión consta de nueve anexos pero resulta que sólo se nos dieron dos. Nos dijeron que el resto eran detalles técnicos sin importancia, pero no tuvimos ni tiempo ni oportunidad de comprobarlo".

Con la jefa de Registro, Verónica Castillo, en el puesto de directora artística de manera transitoria hasta la incorporación efectiva de Lourdes Moreno (queda por resolver, mientras tanto, quién quedará al frente de la Fundación Picasso- Casa Natal) y demasiadas preguntas que aún siguen sin respuesta, el Museo Thyssen, inaugurado a todas luces antes de tiempo, se empeña en mirar al futuro sin esclarecer el pasado. El tiempo dirá.

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