Cultura

México, testigo de la reaparición de Paco Mora

  • Tras dos años de ausencia de los escenarios el coreógrafo y bailarín malagueño estrenó ayer en la capital mexicana 'Acoplados' con bailarines locales

La interculturalidad tiene sus sorpresas. Puede ser un término manido, desaprovechado o explotado pero, en ocasiones, reserva a sus protagonistas noticias con las que recuperar su significado. Paco Mora puede dar fe de ello. El bailarín y coreógrafo malagueño llevaba unos dos años retirado de los escenarios por cuestiones personales y familiares hasta que un buen día sonó el teléfono. La secretaría de Cultura de la capital mexicana se puso en contacto con él recientemente para ofrecerle la dirección y ejecución de un espectáculo que pretende enlazar culturalmente los países de México y España a través de la copla, bailada.

El malagueño se lo pensó detenidamente y asumió el riesgo. Ayer sábado el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris estrenó Acoplados, "una obra creada desde la madurez y el aprecio a la buena música, así como a la buena poesía", firma su autor. El estreno vino a inaugurar el Encuentro Internacional de Flamenco Jondura sin Fronteras. Congeniar sobre un mismo escenario copla y flamenco, máxime con un elenco mexicano en su totalidad no debió ser tarea fácil. Aunque su mentor lo desmiente "No ha sido difícil, teniendo en cuenta que la copla tiene el aire y el carácter andaluz y prácticamente casi todas las canciones tienen una base métrica de palos flamencos.

Quizás el adaptar la canción mexicana al flamenco ha sido un poco más complejo porque ten en cuenta que Acoplados es un homenaje a la copla y la canción mexicana", resume Mora. De hecho, la primera parte del montaje se centra en la copla y la segunda en el folclore mexicano. La elección de los temas de Acoplados responde a un criterio "muy personal y de escuchar mucho", aclara el artista. Entre ellos figuran clásicos como Ojos verdes, Mis tres puñales, La Loba o Tatuaje. Y del repertorio mexicano rescata temas como Veracruz, ó Malagueña. "Porque siempre llevo mi tierra en el alma", subraya.

El director y protagonista de este proyecto reserva en el transcurso del mismo un homenaje a los exiliados en méxico por la Guerra Civil española, "en especial a Manuel Benítez Carrasco o Gabriela Ortega", detalla. Y añade una razón más. "Sobre todo por la situación actual que tenemos, sin existir una guerra civil muchos artistas nos autoexiliamos por las gestiones gubernamentales de mi ciudad y de mi país, creo que es triste".

Respecto al nivel de los bailarines locales, Mora tan solo tiene palabras de elogio. "Es increíble, hay de todo, pero en líneas generales es un nivel buenísimo porque están llenos de ilusión, de ganas de aprender, ávidos de información y eso hace que su forma de sentir el flamenco sea a la antigua usanza", opina. La satisfacción aumenta porque el encargo que México le hace al malagueño no se quedará en el estreno de ayer. "Precisan continuidad, lucha y trabajo y me requieren con las intenciones de que esta compañía se convierta en una compañía estable de flamenco en México", vaticina.

Además de las giras que prevé emprender este verano, la idea de los programadores es que la formación que dirige Mora se convierta en una escuela viva de flamenco. "Yo seré al fin y al cabo el punto de unión, evidentemente mi intención es que los maestros y artistas españoles vengan más a menudo y poder entregarles a los mexicanos la información que están requiriendo continuamente", desea el bailarín.

Su experiencia en el país mariachi no ha podido ser más satisfactoria en estos últimos meses. "Es un país generoso, entregado y amante de lo español y el flamenco como pocos. Hoy entiendo porque muchos artistas se hicieron su hueco aquí y decidieron no volver", expresa. Pero la opinión cambia cuando la mirada se dirige a Málaga, su ciudad natal y donde presentó con éxito en la extinta Bienal de Flamenco, un espectáculo homónimo.

"Había afición por el flamenco y ahora espero que haya buena gestión. He oído que hay intenciones de una tercera edición de la bienal. Ojalá sea así. Y entiendan que el flamenco es una familia más que también come, paga impuestos, vive y que Málaga necesita flamenco. En su entorno hay demanda y hay que cubrirla", proclama Paco Mora.

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