Cultura

Miguel del Arco: "El teatro ha perdido desde septiembre un millón de espectadores"

Que el director del momento, Miguel del Arco, siga siendo mileurista a pesar de su éxito dice mucho de la situación de la escena española, trizada entre los recortes y "el ivazo": "el teatro ha perdido desde septiembre un millón de espectadores", clama en medio de los ensayos de Deseo. Del Arco (Madrid, 1965) tiene la inmensa suerte de poder elegir gracias a que todo lo que toca se convierte en oro desde que estrenara en 2009, en un hall de un teatro y "a deshoras", La función por hacer, que ganó su sitio en el firmamento gracias al boca oreja y que se convirtió en la ganadora absoluta de los premios Max de 2011 al llevarse 7 de los 9 premios a los que optaba. La función por hacer, dice, era "una intuición" y ahora ya sabe que "todo" es un trabajo de equipo: "no soporto la idea de estar solo ante el peligro", revela.

Tras esa adaptación libre del texto de Pirandello Seis personajes en busca de un autor, vinieron El proyecto Youkali, Veraneantes, La violación de Lucrecia, Juicio a una zorra, De ratones y de hombres (que se representará en el Teatro Cervantes de Málaga los próximos 25 y 26 de enero, con Fernando Cayo y Roberto Álamo como protagonistas) y El inspector, un currículum de taquilla y prestigio que le ha permitido llegar ahora a Deseo, un texto suyo. La escribió en 2004 e hizo el intento de montarla pero se cruzó por medio "otra cosa" y quedó en un cajón hasta que el productor Pedro Larrañaga, a quien le llegó el texto casualmente, le propuso recuperarla, lo que hará a partir del día 18 en Madrid.

"Tengo un problema conmigo mismo y es que no soy capaz de visualizarme como autor pero Larrañaga me lo ha puesto muy fácil", explica. Es, dice, una producción "increíble" y está muy orgulloso de cómo funciona "esa maquinaría escénica perfecta" que es su equipo, "creativo y cómplice", y de cómo están de "tremendos" los actores. "Es un sueño tener juntos a Emma Suárez, Luis Merlo, Belén López y Gonzalo Castro. Están entregados, disfrutando como yo del proceso, del viaje", aunque, admite, se han complicado la vida "de forma brutal" porque son 18 escenas en 18 espacios diferentes, música original, "un espacio sonoro fabuloso y maquinaria giratoria".

La obra, que transcurre en un fin de semana en "un bosque" como si fuera una ensoñación de Shakespeare "aunque sin polvos mágicos que desinhiban", habla de las pulsiones, de los deseos, "que unas veces se dominan y otras veces dominan". Ana (Suárez), una mujer casada desde hace veinte con Manu (Merlo), disfruta de los relatos sexuales que le hace Paula (López), a la que ha conocido en el gimnasio. Empujadas ambas por el vértigo del deseo deciden llevar a cabo un experimento durante un fin de semana en la casa de campo de Ana y su marido, que será objeto de la prueba junto a su amigo Teo (Castro). "La intención humana, la latencia, lo que mueve, lo inconfesable está oculto, lo que hay que atar corto pero que rige un comportamiento... todo eso es Deseo", resume Miguel del Arco en su "semana trágica", es decir la que, "como en cada estreno, dedicas 16 horas diarias a desquiciarte porque todo sale mal".

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