Cultura

Moscú acoge la mayor exposición dedicada a Picasso en Rusia

  • El Museo Pushkin añade 300 obras prestadas desde París a su colección, en una muestra que repasa todas las etapas del artista

El Museo Pushkin de Moscú acoge la mayor exposición de Picasso desde hace medio siglo en Rusia, en la que se puede repasar toda la trayectoria del artista malagueño y descubrir su faceta de escultor. Casi 300 obras prestadas por el Museo Picasso de París se unieron a los preciados lienzos de la colección del Pushkin para poblar las salas de este edificio neoclásico de arlequines, payasos, toreros, minotauros, mujeres, poetas y animales. Distribuidas en nueve salas temáticas, esas piezas ilustran por primera vez en este país prácticamente todas las etapas de la obra del genio español desde comienzos del siglo XX hasta su muerte en 1973, pasando por los períodos azul, rosa, clásico, el cubismo, el surrealismo, la escultura y la cerámica.

Cada día, miles de personas desafían el frío invierno moscovita guardando cola frente al museo, que se encuentra cerca del río Moskova junto a la Catedral de Cristo Salvador, para conocer de cerca la obra del artista malagueño. El segundo museo de la capital rusa se ha visto obligado a desalojar varias de sus salas para acoger esta imponente exposición, considerada por la prensa como uno de los principales acontecimientos culturales del año en Rusia. "Los visitantes que acudan aquí hasta el 23 de mayo podrán ver la obra de Picasso de la A a la Z. Es la primera vez que en Moscú se ofrece un panorama tan completo de este genial artista", explica la directora del museo, Irina Antónova.

Entre las obras hasta ahora sólo conocidas en Rusia por catálogos, el púbico ruso pudo descubrir por primera vez algunas de las esculturas más conocidas de Picasso, como La cabra, El hombre del cordero y La mujer del cochecito, así como varias cerámicas. El Pushkin condimentó la colección parisina con piezas propias del artista español, de los períodos azul, rosa y cubista, como Acróbata sobre pelota, Retrato del poeta Sebartés (Jarra con cerveza), El viejo judío con un niño, El violín y Retrato de Ambroise Vollard.

Un lugar aparte lo ocupan en la exposición varias decenas de fotografías y dibujos de Picasso dedicados a Rusia y los ballets rusos creados en París por el empresario ruso Serguéi Diáguilev a principios del siglo XX. Entre ellos, están los retratos de la esposa del pintor, la bailarina rusa Olga Khokhlova, de Diáguilev, del compositor Ígor Stravinsky, irónicos bosquejos de vestimentas teatrales para varios ballets y dibujos para telones y decoraciones. En la exposición moscovita no faltan tampoco las fotos del artista, de distintos años y etapas, solo, en familia o con diversos personajes, así como imágenes tomadas durante su primera exposición de Moscú de 1956.

La directora del museo parisino, Anne Baldassari, confesó que exponer esta colección en el mítico Pushkin ruso era uno de sus grandes sueños, y aseguró que los organizadores deseaban ofrecer al público una exposición mejor que la de 1956, que había traído de París a Moscú el conocido escritor soviético Iliá Ehrenburg. Antónova recordó que aquella exposición se celebró en pleno "deshielo" post-estalinista, por lo que "adquirió un significado y un simbolismo especial" y "suscitó un gran entusiasmo".

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