Mucho más allá del impactante cuadro pintado por Pablo Picasso en 1937, el Guernica lleva décadas siendo una imagen, un símbolo pacifista, un icono de reivindicación democrática, de la lucha de los oprimidos. Desde cientos de ángulos diferentes se ha abordado el estudio de esta obra clave del arte del siglo XX. Algunos de ellos, expuestos en el seminario internacional Guernica, pervivencia de un mito, que se inauguró este jueves en el Museo Picasso Málaga. Ha sido organizado en colaboración con la Fundación General de la Universidad de Málaga.

El director artístico de la pinacoteca, José Lebrero, el profesor de la Universidad de Nueva York y director del seminario, Pepe Karmel y Luisa María del Águila, coordinadora académica de cultura de la Fguma, fueron los encargados de presentar el evento en el auditorio del MPM.

Durante dos días – hoy se celebran en el Rectorado–, participarán, tanto en ponencias presenciales cono online, destacados especialistas como W.J.T. Mitchell, de la Universidad de Chicago, y Timothy J. Clark, de la Universidad de California; Andrea Giunta, de la Universidad de Buenos Aires; o el artista sudafricano William Kentridge.

“Este cuadro ha trascendido la dimensión de obra de arte y se ha convertido en una imagen capaz de generar una densa encrucijada de significados, en los que confluyen su poder de mito, de icono popular o de símbolo cultural ilustrado a una escala global”, comentó José Lebrero. Además, apuntó el director artístico del Museo Picasso Málaga que el Guernica ha tenido “distintos usos a lo largo de la historia, y uno de los más generalizados ha sido su conversión en insignia pacifista contra la violencia”. Además, la obra “ha tenido un enorme impacto en artistas de todo el mundo”, agregó.

Karmel destacó en su presentación la “ambigüedad deliberada” de una obra sobre la que se han realizado “interpretaciones contradictorias” desde que fue creada en 1937, es, “más que un problema, una fuerza y una ventaja”, consideró. Esta ambigüedad y la “alegoría difícil de leer” que contiene el cuadro “invoca al concepto de opera aperta de Umberto Eco, porque es una obra abierta a interpretaciones”, afirmó el director del seminario.

Ello permite a cualquier persona que contemple el cuadro “descomponerlo y cambiar su interpretación”, algo que ocurre “desde el momento en que se creó hasta el presente”, añadió Karmel, que “sospecha” que esto “seguirá siendo así en el futuro”.

Las jornadas se han dividido en tres bloques de contenidos, Guernica. Del icono popular a la imagen de consumo, Guernica. Ética de la representación y Guernica. De lo local a lo global. Este último será protagonista de este viernes con cuatro ponencias y un diálogo cruzado entre los artistas José Manuel Ballester y José Ramón Amondarain.