Hace ahora casi un año, el presidente del Consejo Ejecutivo del Museo Picasso, Bernard Ruiz-Picasso, anunció que la pinacoteca había superado durante los primeros nueve meses de 2015 el registro correspondiente al mismo plazo de 2014 en 50.000 visitantes, lo que permitía prever un récord de visitantes al cierre del año. El récord se confirmó finalmente con cerca de medio millón de entradas despachadas en 2015 respecto a las 410.000 de 2014. Pues bien, el director del museo, José Lebrero, confirmó ayer a este periódico que en los primeros nueve meses de 2016 se ha superado a su vez el registro de 2015; y aunque, como es habitual en él, Lebrero prefirió no aportar cifras concretas, todo apunta a que el Museo Picasso volverá a superar su récord de visitantes en un año en este 2016. A ello han contribuido exposiciones temporales del calado de Picasso. Registros alemanes (la muestra producida por el Museo Picasso Málaga que ya ha recibido más de 130.000 visitas en la Kunsthalle Würth de Schwäbisch Hall, donde permanecerá abierta hasta el próximo día 18) y Mural. Jackson Pollock. La energía hecha visible, que se despedirá del Palacio de Buenavista el próximo domingo 11. Pero también admite Lebrero que el Picasso se ha beneficiado del aumento del turismo que ha experimentado Málaga este año: "Hemos ganado una mayor afluencia de público árabe, especialmente marroquí, y asiático. Esto nos obliga a plantearnos algunas cosas en relación al turismo y a la imagen de España como país seguro; pero también, claro, en un orden cultural. De hecho, ya hemos establecido contacto con instituciones y agentes de Marruecos, Dubai y Arabia Saudí para estudiar la posibilidad de acometer proyectos conjuntos", explicó el director.

Hace también casi un año, el mismo Consejo Ejecutivo aprobó la renovación del contrato de José Lebrero como director por un plazo de sólo doce meses, una decisión inédita desde la perspectiva que ofrece un museo de la envergadura del Picasso. De este modo, el próximo octubre se acordará la renovación o liquidación del contrato. Lebrero declinó ayer hacer declaraciones al respecto pero, a la hora de señalar planes de futuro, su disposición dista mucho de la de quien tiene en mente que puede irse a casa en un mes. El Museo Picasso inaugurará el 11 de octubre su siguiente exposición temporal, Un moderno en la Arcadia, dedicada al uruguayo José Torres García. Se trata de la misma propuesta que actualmente puede verse en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid, entidad con la que ha colaborado el Museo Picasso, además del MoMA, para la organización de la muestra. Y toma Lebrero este proyecto como ejemplo de las "acciones posibles" merecedoras de llevarse a cabo desde el Museo Picasso a medio plazo: "Si hacemos autocrítica, consideraremos que, una vez que se habla de Málaga como ciudad de los museos, ha llegado la hora de dotar de contenido esta etiqueta. Y para hacerlo necesitamos establecer alianzas. Por ejemplo, nosotros queremos hablar con los organismos autonómicos y locales responsables del turismo para ver qué podemos hacer, en qué podemos ayudar, cómo se facilitarían las cosas". Y, al hilo de las alianzas, rescata Lebrero la quimera de la colaboración entre museos malagueños: "El Museo de Málaga pronto estará ahí y, aunque sea por una mera cuestión de proximidad, estamos muy interesados en desarrollar actividades conjuntas. Pero también nos gustaría hacerlo con otros equipamientos como el Centro Pompidou y La Térmica, por ejemplo. Es verdad que resultaría difícil establecer una estrategia común, pero ¿por qué no podemos contemplarlo de aquí a dos años? Yo creo que se puede hacer. Hay que querer y ponerse. Ya colaboramos con instituciones como el Festival de Cine y la Orquesta Filarmónica, ¿por qué no íbamos a hacerlo con otros museos?" A nivel internacional, la pinacoteca se incorporará al proyecto Picasso Mediterráneo, impulsado por el Museo Picasso de París y compartido por varios países europeos. Y afirma Lebrero que para el programa expositivo de 2017 tiene ya confirmadas propuestas "muy, muy interesantes, en las que volveremos a combinar el rigor en la calidad con argumentos que resulten atractivos a nuevos visitantes".

Precisamente, si algo destaca Lebrero de la exposición armada en torno al Mural de Pollock es "la oportunidad que nos ha brindado de hacer museo de otra manera. Hemos aprendido mucho. La experiencia del cine de verano, por ejemplo, ha sido muy satisfactoria, hemos visto que la gente lo ha disfrutado especialmente. Hemos incorporado estrategias para compartir el museo con la ciudad de un modo distinto y vamos a ahondar mucho en esta línea". Alguien habrá por ahí para contarlo.