El XXVI Festival Internacional de Jazz de Málaga se vistió ayer de un tono contemporáneo en una cita que sirvió para apuntar, en buena medida, lo que el género puede dar de sí en los próximos años. El pianista cubano Omar Sosa y el trompetista sardo Paolo Fresu presentaron su último trabajo conjunto, Alma, un álbum reflexivo, cercano tanto al free-jazz como la fusión, que los dos músicos defendieron en el escenario creando atmósferas suculentas y admirables paisajes sonoros, en perpetua invocación de la raíz afroamericana del jazz. Posteriormente, en el mismo escenario, la banda malagueña Jazztease 5 presentó su último disco, En directo, en un concierto que sin embargo arrancó en las puertas del Cervantes a modo de pasacalles y que evocó los ambientes de los clubes americanos de jazz de los años 40 y 50. El saxofonista Bill Evans y el Susan Valery Quintet toman hoy el relevo.