Cultura

Oportunidad perdida

Comedia adolescente, EEUU, 2008, 105 min. Dirección y guión: Sean Anders. Intérpretes: James Marsden, Seth Green, Katrina Bowden, Amanda Crew. Cines: Alameda, Málaga Nostrum, Larios, Vialia, Rosaleda, Plaza Mayor, La Verónica, Miramar, La Cañada, Gran Marbella, Plaza del Mar, Rincón de la Victoria, El Ingenio

La última comedia adolescente norteamericana acarrea con el lastre del desprestigio crítico en su explotación comercial de los clichés más zafios del perfil hormonal de sus personajes y en su entrega desvergonzada a la brocha gorda, el mal gusto y la escatología.

En esto llegaron Greg Mottola y Judd Apatow para reivindicar que bajo la superficie grasienta de las marcas del género podía esconderse, como ya demostrara John Hughes en sus películas de centro comercial de los ochenta o Richard Linklater desde el ámbito indie, la suficiente materia prima para el retrato generacional cercano, cálido y sincero sin renunciar a cierto gamberrismo y locura consentida.

Pasados los tiempos de los American Pie, títulos como Supersalidos o la aún inédita Adventureland han devuelto a la comedia adolescente una insospechada profundidad y un abanico de matices que las convierten, por derecho propio, en grandes comedias o en grandes películas sin etiquetas.

Sin embargo, Sexdrive llega tarde a este rescate. Sus esquemas, anclados una vez más en la aventura de la pérdida de la virginidad y en el encadenado de secuencias-gag que funcionan sobre el chiste grosero al estilo Farrelly, se acercan más a los peores tics de la fórmula comercial que a las nuevas derivas legitimadoras del género. Aun así, y por rescatar algo de la quema, la cinta del televisivo Sean Anders funciona mínimamente en su dosificación del desmadre y en un puñado de hallazgos (véase el encuentro de nuestros adolescentes con la comunidad amish) que, desperdigados entre un metraje excesivo y una insufrible claudicación ante lo sentimental, ponen una pizca de talento cómico a una historia de carretera y amistad jalonada por demasiados clichés y estereotipos.

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