Cultura

Oscar 2015: Iñárritu se consagra con 'Birdman'

  • El director mexicano se hace con cuatro estatuillas, las de mejor película, dirección, guión y fotografía, en una ceremonia en la que no hubo sorpresas

En unos Oscar que no pasarán precisamente al recuerdo por la brillantez y la emoción de la gala, Alejandro González Iñárritu se alzó como el gran triunfador de la 87 edición de los premios de la Academia de Hollywood. Birdman, la película del mexicano, una sátira sobre el show business centrada en una vieja estrella de la gran pantalla en horas bajas, ganó cuatro estatuillas: mejor película, mejor dirección, mejor fotografía (Emmanuel Lubezki) y mejor guión original, escrito por Iñárritu junto a los argentinos Nicolás Giacobone y Armando Bo y el estadounidense Alexander Dinelaris.

La misma cantidad de Oscar se llevó El Gran Hotel Budapest de Wes Anderson, aunque estos con menos galones mediáticos: mejor banda sonora, para el francés Alexandre Desplat, así como los de mejor vestuario, maquillaje y peluquería y diseño de producción. Fue también una gran noche para la indieWhiplash, que consiguió tres galardones: mejor montaje y mejor mezcla de sonido, junto con la estatuilla al mejor al mejor actor de reparto para J.K. Simmons, una de las que estaba cantada, al igual que la lograda por Julianne Moore como mejor actriz protagonista por su papel de enferma de alzheimer en Siempre Alice; Eddie Redmayne se hizo con el premio en la categoría masculina por su caracterización como Stephen Hawking en La teoría del todo.

Aunque no se puede hablar de fracaso, el hecho de contar con cinco o más candidaturas y marcharse con un solo premio, e incluso ninguno, sabe a decepción. Fue el caso de Foxcatcher, que desde que se estrenó el año pasado en Cannes sonaba como aspirante a ganador... y sus artífices se fueron de vacío en la ceremonia celebrada en la madrugada del domingo al lunes en Los Ángeles. El fenomenal éxito en taquilla de El francotirador, de Clint Eastwood, no se vio reflejado en los premios: sólo logró la distinción a la mejor edición de sonido. Aunque el caso más evidente de expectativas no satisfechas fue el de Boyhood, de Richad Linklater, que partía con seis candidaturas y tan sólo se hizo con la que recogió Patricia Arquette como mejor actriz de reparto.

No hubo dudas acerca del gran triunfador. "¿Quién le dio la tarjeta verde (green card: la tarjeta de residencia que concede, o no, el Gobierno de Estados Unidos a los extranjeros) a este hijo de puta?", bromeó Sean Penn justo antes de anunciar que Birdman se coronaba como la mejor película de la temporada hollywoodiense. Al recoger el premio, el también director de Amores perros, Babel o 21 gramos se acordó de sus colegas y compatriotas Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón, amigos personales y grandes apoyos durante su carrera, y aprovechó el momento para hablar de la difícil realidad de México y de sus inmigrantes en Estados Unidos. "A mis compañeros mexicanos, rezo por que podamos conseguir el Gobierno que nos merecemos, y a los que están en este país rezo por que les traten igual de bien que a aquellos que vinieron antes y construyeron esta increíble nación de inmigrantes", dijo.

Luego bromeó sobre las victorias encadenadas de mexicanos, tras el doble triunfo de Alfonso Cuarón el año pasado por Gravity, y sugirió que quizá el Gobierno estadounidense acabaría imponiendo leyes a la Academia de Hollywood para impedir que se repita algo así. "Dos mexicanos seguidos es sospechoso", bromeó pletórico.

La alegría, sin embargo, no fue completa para el cine en español. A la argentina Relatos salvajes, que administrativamente es también española por la participación en la producción de los hermanos Almodóvar, se le escapó el Oscar a la mejor película en habla no inglesa, que recayó, sin demasiada sorpresa, en la polaca Ida, de Pawel Pawlikowski.

El número que hizo en calzoncillos el presentador, Neil Patrick Harris, fue uno de los momentos más comentados de una gala en la que el actor estuvo por lo general acertado, aunque no siempre le acompañó el guión que tuvo que defender. Los números musicales -con Lady Gaga olvidándose de sus extravangancias calculadas para homenajear clásicamente a Sonrisas y lágrimas en el 50 aniversario de la película- y proclamas políticas, no muchas pero polémicas, como la defensa de Edward Snowden que hicieron los autores de Citizen Four, cinta ganadora del premio al mejor documental y centrada en las filtraciones del antiguo empleado de la CIA, aparecieron también en una ceremonia que encontró otros inesperados y codicionados protagonistas: los Oscar hechos con piezas de Lego que empuñaron Steve Carrell, Emma Stone o Channing Tatum... El que no se consuela, ya se sabe, es porque no quiere.

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