Cultura

Otoño y gastronomía se dan la mano

  • Ahora los comensales se dan con un canto en los dientes al probar un año más los tradicionales platos calientes, como el caldo del puchero o el gazpachuelo

El verano abre la puerta al ansiado otoño para muchos. El calor sofocante de la etapa estival cede paso a las primeras lluvias que invitan al frío. Ahora comienzan a resplandecer los lugares liderados por un ambiente cálido. Y es que la mejor receta para cumplir eso que dicen de al mal tiempo buena cara, radica en recibir esta época del año con un abanico de productos de temporada, sin duda el más extenso.

Este elenco de alimentos se condensa en la carta de los restaurantes, que ya está cambiando. Ya suenan lejano en los menús las sopas como los gazpachos o el ajoblanco. Ahora los comensales se dan con un canto en los dientes al probar un año más los tradicionales platos calientes, como el caldo del puchero o el gazpachuelo. Los chefs más aventureros ya tienen la carta completamente cambiada desde hace algunos días para recibir al invierno, otros en cambio, deciden introducir pequeños cambios hasta la llegada del frío en Málaga.

Tapadaki

Los paladares más exigentes que agradecen la innovación en las comidas están de enhorabuena. La tapería Tapadaki fusiona la cocina tradicional mediterránea con la cocina japonesa. En este restaurante optan por hacer una cocina híbrida, a medio camino entre la carta de invierno y la de verano. Será dentro de dos semanas cuando comiencen a prestar a introducir las sugerencias. “Los productos óptimos de temporada que se oferten en el mercado lo introducimos en nuestra carta”, así explica el chef Jorge Manfredi las sugerencias.

Marmitako de atún del estrecho, judiones con gambas y almejas al aroma de manzanilla y cilantro y arroz caldosito de pato pequinés son las estrellas en platos calientes para combatir el frío en el Tapadaki. Mirando a la cocina tradicional, dentro de unas semanas, ofertarán platos calientes pero con un toque de distinción. “Ofreceremos los platos de nuestras madres pero con una decoración única y siempre potenciando los sabores de productos de más calidad ”, añade Manfredi.

Para el chef innovar en la cocina es el pan de cada día. “He hecho unas migas caramelizadas al tedereyaki porque me encanta coger un producto asiático destrozarlo y volverlo armar. Por ejemplo con el miso hemos hecho de todo, como ajoblanco de miso, cosas que a los japoneses jamás se le ocurría porque para ellos es sólo una sopa”, cuenta Manfredi. Se define a sí mismo como un cocinero creativo, no duda en hacer sus propias versiones del conocido plato de los montes. Los ingredientes son sencillos pero el chef lo hace suyo. “Llevará un puré de patatas ahumadas, cremada con manteca del lomo que se cocinará a una temperatura a 60º durante 13 horas . Le añadiremos un caramelo de pimiento con trocitos de chorizo, acompañado con pan crujiente y un huevo con aceite de trufas”.

“La mejor ensaladilla de Málaga está aquí”, declara con convención Manfredi, y es que según él, en pocos lugares se hace este entrante desde el principio hasta el fin. “Si la pruebas, repites”, asegura el cocinero. Además, cualquier época del año es idónea para disfrutarla”.

La galleta de chocolate y avellana es el postre por excelencia de la casa. Es la recomendación de la tapería para los más indecisos.

El chinitas

Platos divertidos para comensales exigentes, este es el objetivo del restaurante El Chinitas. Su premiada jibia con garbanzos es la estrella de la temporada. El plato ganador del premio de cocina tradicional “es un éxito por llevar una suculenta crema de espinacas”, explica Ángel Sánchez, gerente del restaurante. Eso sí, sin olvidar el calamar relleno de rabo de toro, otro plato galardonado.

Los mariscos y las verduras que reinaban en los primeros platos de la época estival, cede paso a las comidas como el puchero, y las lentejas que se convierten en los protagonistas de este restaurante. De segundo, Sánchez abre el estómago de los que se acercan con un entrecot o unas chuleta de cordero. Carnes acompañadas de una salsa de la casa como es la del vino que “ la hacemos con pasas, piñones y vino Málaga”, añade.

Los postres serán los encargados de endulzar la comida. “Un arroz con leche con anís dulce, el bienmesan antequerano, el tiramisú con Tía María y el tocino de cielo, hacen las delicias de la gente que nos visita”, alega el gerente.

El Rescoldo

El pronunciado verano malagueño provoca como es habitual que en el mesón El Rescoldo esperen hasta el mes de noviembre para introducir los platos calientes. Pero antes de eso, “ estamos tocando mucho las setas, los variados de hongos y el arroz”, afirma Javier Soto encargado del mesón.

La carta repleta de una gran variedad de platos presume de las guarniciones con sus verduras naturales y sus patatas caseras que no pueden faltar en compañía de carnes como lechazo de cordero. Todo buena comida debe acompañarse de un suculento vino. Desde el mesón recomiendan su especialidad de vinos de la Rioja y de la Rivera.

Bicoca

Cierta innovación, nuevas variedades y suculentas combinaciones dan la talla en el restaurante Bicoca. Sus platos se mantienen durante todo el año, eso sí, cambiando el menú del día que da la bienvenida a los platos de inviernos, como su crema de marisco.

Como recomendación del José Manuel Martín, el encargado del restaurante, ofrece el pulpo a la bicoca, que es una invención “espectacular”. Un plato parecido cocido y troceado de la misma forma que el pulpo a la gallega pero con un toque de distinción. “Lo salteamos con ajo y le añadimos manzanilla de vino y perejil”.

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