El periodista y autor Pablo Bujalance presentó ayer por la tarde en el Centro Andaluz de las Letras (CAL) su última novela, Disolución (Editorial El Toro Celeste), una exploración de los límites de la esperanza humana en forma de relato distópico. Acompañado del también periodista, Lucas Martín, Bujalance habló de un relato repleto de esperanza. "Darle la vuelta al mundo es la mejor manera de comprenderlo y esta es mi manera de darle la vuelta", aseguró el también redactor de este periódico durante el acto.

El drama de los refugiados sirios no es ajeno a nadie que haya estado mínimamente atento a las noticias de los últimos meses. Convirtiendo a todos en espectadores de esta huida, de cómo las personas tratan de escapar de un país que se desmorona, arrasado por la guerra. Pero, ¿qué pasa con los que se quedan? Los que no se marchan son los grandes olvidados. Y a esas personas, Bujalance presta voz en su última novela que define como "cercana al género de la ciencia-ficción porque es algo que ha influido mucho en mí". En ella acerca a un mundo arrasado por los desastres naturales que la humanidad está provocando a pasos agigantados como un testigo mudo de la humanidad que da el salto a las estrellas tratando de encontrar un futuro. Una humanidad que escapa, y una humanidad que permanece. "Este libro es una llamada a pararse a reflexionar y mirar el mundo desde el amor", resumió Bujalance.

El autor se centró igualmente en los límites de la esperanza, que "son los de la propia humanidad". Una esperanza personal que cada ser humano gestiona en un mundo que, al parecer, siempre está a un paso de desaparecer finalmente. Es por eso que Pablo Bujalance afirmó que escribe "sobre el presente", no del futuro.

Lucas Martín habló de como Disolución presenta "al hombre como su propia ruina, pero también como su propia salvación, cuando incluso no hay salvación". Sobre su autor, Martín abundó en la idea de que su humanidad "está en todo lo que escribe" y no es difícil encontrarla.