Mañana dará comienzo, con una velada trovera y un homenaje al minero, el Festival Internacional de las Minas de La Unión, el más importante concurso, hoy por hoy, de la geografía flamenca. El Festival, que cumple 50 años en esta edición, tira la casa por la ventana en este aniversario. La dirección de la edición número 50 del evento ha decidido celebrar esta fecha redonda con lo mejor. No todos los días se cumplen 50 años de un evento cultural de esta proyección, y menos si de lo que hablamos es de flamenco. Lo mejor en todas sus manifestaciones: cante, baile y toque.

El mejor cantaor, Enrique Morente, que protagonizará un recital el día 6 de agosto, y que recibirá además el Castillete de Oro, máximo homenaje del festival, el sábado día 7. Morente no estará solo al cante en esta quincuagésima edición ya que le acompañarán Mayte Martín (día 7), José Mercé (día 8) y Miguel Poveda (día 9). Lo que les decía más arriba, lo mejor. Lo mismo pasa con el baile: para mi gusto es Israel Galván, que protagonizará la gala del día 8, lo mejor del baile actual. También estará el Ballet Nacional de España, con las colaboraciones de Chano Domínguez y Esperanza Fernández, el día 5 de agosto.

Y del toque, lo mejor, claro. Paco de Lucía, máxima estrella internacional de este arte, cerrará brillantemente las galas del festival el día 10 de agosto, aunque tendrá un precedente de lujo, Manolo Sanlúcar, el día 7. Entre los días 11 y 14 de agosto se llevarán a cabo las semifinales y la final de los concursos de cante, baile y toque, que es, como dice el coordinador del Festival, Manuel Navarro, la almendrilla, la esencia, de este evento. Pero este año se ha querido festejar el cumpleaños con lo mejor de lo mejor en las galas. El cartel es de Martín Chirino y el popular presentador de radio y televisión Juan Ramón Lucas será el presentador de las galas.

Los concursos de La Unión son, hoy por hoy, la competición flamenca más prestigiosa de la geografía jonda, uno de los pocos concursos que se mantienen con vida y en buena forma, una vez pasada la edad de oro de estos eventos. El máximo galardón del festival, la Lámpara Minera, se creó con la intención de rescatar y valorar los estilos nacidos en esta zona, especialmente la minera, pero también la taranta, la cartagenera, la murciana y la levantica. Estos cantes estaban en franca decadencia hace 50 años pero hoy, gracias a la labor de reivindicación del festival, gozan de buena salud. No obstante, el festival premia también las mejores interpretaciones del resto de estilos flamencos, así como el mejor toque por tarantas y el mejor baile por tarantos. Desde el año pasado, con un premio llamado El Filón, el festival se también muestra sensible a la cada vez más acusada presencia de otros instrumentos diferentes de la guitarra en el flamenco.

El festival nació hace 50 años, en pleno auge de estos eventos, a consecuencia de una anécdota: un recital en La Unión del cantaor Juan Valderrama en el que el público le pidió que, en lugar de hacer el cante minero que había anunciado, cantara una de sus famosas coplas. Entonces un grupo de aficionados locales se conjuró para crear un festival que reivindicara dichos estilos.

El concurso y las galas se completan con una agenda cultural repleta de conferencias, exposiciones, proyecciones, etc.