Cultura

Pasaporte para ver al héroe

  • La puesta a la venta ayer de las entradas para ver a José Tomás en La Malagueta se saldaron con colas kilométricas que comenzaron a formarse la tarde del jueves

Todo el mundo quiere ver a José Tomás. Propios, extraños, incondicionales, curiosos, invitados y fanáticos están dispuestos a pagar un alto precio por poder contar luego que vieron al héroe. Y el alto precio no se refiere sólo a lo económico. Tras la renovación de los abonos y el plazo previsto para los nuevos abonados, ayer, 1 de agosto, era el día fijado por el calendario de la plaza de toros de La Malagueta para comprar las entradas sueltas correspondientes a la próxima Feria, que contará con la actuación de José Tomás el día 20. La respuesta fue masiva: los primeros incondicionales comenzaron a guardar sitio ya a las 18:00 del jueves, como en una víspera litúrgica. A primera hora de la mañana de ayer, según informaron fuentes de la plaza, la cola daba ya la vuelta al Hospital Noble. Como para volverse locos: las longitudes kilométricas se mantuvieron hasta última hora de la tarde, cuando la taquilla echó el cierre. Si la próxima feria taurina no resulta un éxito, no será por falta de ganas del personal.

Según las mismas fuentes, a las 16:00 de ayer ya se habían agotado las entradas para el día 20. Algunas horas después seguían quedando asientos libres para el resto de festejos, aunque la previsión apunta a que en los próximos días se agotarán las localidades para las cuatro corridas más importantes del cartel después de la que José Tomás compartirá con Pepín Liria y El Cordobés hijo. En la cola, personas de las más distintas adscripciones compartían sombra y paciencia, bajo un terral implacable que estimuló la solidaridad entre los corredores de tan duro maratón. Ancianos y niños, taurinos de pro con manga larga bien ceñida al puño y peinado engominado, adolescentes playeras que hacían avanzar sus motos conforme caminaban ellas, señoras de sofoco inmediato y abanico en ristre y jubilados de risa fácil y todo el tiempo por delante compartían botellas de agua y refrescos que algunos espabilados vendían como suministradores de avituallamiento, cubo en mano. Aunque algún descreído no faltó, apóstata y tal vez cansado de la cantinela, la mayoría suspiraba por José Tomás, comparado con Teseo frente al Minotauro y con Jesucristo, claro. No en vano, el de Galapagar cumplirá 33 años el próximo 20 de agosto, y lo celebrará en La Malagueta. Tan mesiánica coincidencia suscitaba en algunos las ansias de sacrificio, como si, tras su paso por Málaga, al diestro sólo le quedara convertirse en imagen procesional. Su particular Gólgota tiene la forma de unos cuernos afilados.

Ya desde la mañana se multiplicaban también los rumores sobre la reventa. Algunos aseguraban que entre los formadores de la cola ya estaban apareciendo los primeros revendedores, y que algunas entradas adquiridas a primera hora ya se podían comprar en internet por 500 euros (las localidades sueltas más caras cuestan 97; las más baratas, en las andanadas, y rifadísimas, sólo dos). Desde la plaza aseguraron que este año se ha puesto especial empeño contra el fenómeno y que para ello sólo se permite la venta de un máximo de cuatro entradas por persona; igualmente, las entradas que se confisquen en reventa podrán adquirirse a su precio legal el día de la corrida. Pero más sabe el diablo por viejo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios