El Museo Picasso Málaga, en colaboración con Obra Social La Caixa, mostrará mañana sábado los trabajos realizados en los talleres de inclusión social, en el contexto de la exposición Somos plenamente libres. Las mujeres artistas y el surrealismo. Así, a las 11:00 se mostrará el enorme Cadáver exquisito de 68 metros lineales que jóvenes en riesgo de exclusión han realizado sobre murales pintados por el artista Rafael Alvarado en una gran sala que contiene además trabajos artísticos realizados por mujeres en el taller El cajón del subconsciente. Esta exposición permanecerá abierta al público durante estas fiestas. La mañana estará amenizada por los villancicos de la Zambomba De Santiago al Perchel y un desayuno navideño al que asistirán representantes y asociados de los colectivos que han participado en estas actividades.

Cadáver exquisito y El cajón del subconsciente son dos talleres de creación artística que, dirigidos para colectivos en riesgo de vulnerabilidad social, se han desarrollado durante dos meses en torno a Somos plenamente libres. El artista malagueño Rafael Alvarado ha pintado sobre las paredes de una de las salas de exposición un enorme mural de 68 metros lineales que durante dos meses ha sido completado por dibujos de niños y jóvenes en riesgo de exclusión participantes del taller Cadáver exquisito. Muy popular entre los surrealistas, un cadáver exquisito es una técnica creativa mediante la cual un grupo de personas escribe o dibuja una composición en secuencia, tras leer o ver solamente el final de lo que plasmó el participante anterior. Mañana se mostrarán todos los dibujos, de manera que uno lleva al siguiente y así hasta recorrer toda la sala exhibición.

Además, se exhibirán los trabajos realizados en el taller El cajón del subconsciente, dirigido a asociaciones de mujeres y que comenzaba con una visita guiada centrada en la simbología y en las metáforas presentes en una selección de obras la exposición, para a continuación a partir de un cajón y distintos objetos como huevos, conchas, flores, cabellos, plumas o espejos, componer su propia imagen surrealista.