Cultura

Plana corrección, buenas interpretaciones

Drama/romance/histórico, Alemania-Suecia-Dinamarca-República Checa, 2013, 128 min. Dirección: Nikolaj Arcel. Guión: N. Arcel, Rasmus Heisterberg. Fotografía: Rasmus Videbæk. Música: Gabriel Yared. Intérpretes: Mads Mikkelsen, David Dencik, Alicia Vikander, Søren Malling, Trine Dyrholm. Cines: Albéniz, Vialia.

La princesa Carolina de Gales fue casada por intereses diplomáticos con el rey de Dinamarca Christian VII: un bobo degenerado y medio loco autorizado por su posición a entregarse a toda clase de excesos y caprichos extravagantes, y consentido por un entorno aristocrático que más robaba y mangoneaba cuanto más irresponsable fuera el rey. Carolina resultó ser una mujer de trágico destino, hermana de un loco y esposa de otro, que murió a los 23 años en penosas condiciones.

A esta conflictiva pareja se une un médico ilustrado que acabará por convertir la relación en un peligroso triángulo. Si arriesgado es ser el favorito de un rey perturbado para fastidiar a la nobleza y otros poderes establecidos importando las Luces francesas, más aún lo es acostarse con la reina. Porque resulta que el ilustrado, cosa frecuente en la época, es también un libertino. Y lo mismo comparte francachela prostibularia con el rey, que lecho con la reina o agrias disputas con los consejeros que ven con horror como gracias a su ascendencia sobre el rey impone medidas de igualdad y progreso en la nación.

Lógicamente la cosa no acabará bien. Nikolaj Arcel filma con clasicismo un punto melindroso y con corrección algo aburrida esta interesante historia, muy bien interpretada por el trío/triángulo protagonista. Planea sobre ella la sospecha del formalismo televisivo y de un cierto amaneramiento. La escena del baile de corte con el inserto de la cámara lenta y la música de piano pone límites a la película y confirma lo peor. Efectivamente, se trata de una bien interpretada, bien dirigida y bien ambientada recreación histórica -lo que no es poco- que alguna vez incurre en cursilerías. El tipo de película que el público ama pero los festivales y los críticos desprecian. Si no están avaladas, como en este caso, por nombres como el de Lars Von Trier o Mads Mikkelsen.

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