La decisión de cerrar el Instituto Municipal del Libro (IML) después de más de una década de actividad, asumida como condición exigida por Ciudadanos para el pacto que permitió a Francisco De la Torre mantener la Alcaldía el año pasado y materializada finalmente en diciembre, hizo temer, por razones evidentes, el consecuente final de los Premios Málaga de Novela y Ensayo después de nueve y siete ediciones respectivamente. El temor no era cuestión baladí: el Premio Málaga de Novela, convocado en alianza con la Editorial Destino en sus primeros años y posteriormente con la Fundación José Manuel Lara, es uno de los galardones literarios que gozan de mayor participación en España y se convirtió en uno de los embajadores más notables de la ciudad, con una nómina de ganadores que incluye a Eduardo Jordá, Miguel Mena, Pablo Aranda, Sara Mesa, Eva Díaz Pérez, José Ángel Cilleruelo, José Luis Ferris y la última, Herminia Luque. Por su parte, la publicación de los ganadores del Premio Málaga de Ensayo José María González Ruiz ha correspondido siempre a la editorial Páginas de Espuma, con un catálogo que incluye a autores como Remedios Zafra, Cristian Crusat y Vicente Luis Mora. La trascendencia del último libro reconocido en este concurso, Godot sigue sin venir de Miguel Albero, presentado recientemente y con una presencia generalizada en la prensa nacional, da cuenta del modo en que este premio ha crecido en ambición y atención, también, para mayor escaparate de Málaga. Ya cuando la disolución del IML parecía inevitable, a pesar de ciertos intentos negociadores de De la Torre (que apeló incluso a la participación de financiadores privados), el mismo alcalde señaló que el Ayuntamiento buscaría la manera de que las principales actividades del Instituto tuvieran continuidad. Por ahora, lo que ya se da por seguro es que los Premios Málaga de Novela y Ensayo tendrán nueva convocatoria en este 2016; y que el ex director del IML, Alfredo Taján, seguirá vinculado a la organización de los mismos, tal y confirmó ayer a Málaga Hoy la concejal de Cultura, Gemma del Corral.

Dada la eliminación del elemento mediador que representaba el IML, el procedimiento para la nueva convocatoria de los premios cambiará buena parte de sus mimbres. Serán las propias editoriales, según explicó Del Corral, "las que asuman las tareas de gestión y coordinación de los premios, además de todo lo relativo a la publicación y promoción de las obras, como hacían hasta ahora". Los sellos también se encargarán de la composición de los jurados, "que en todo caso mantendrán su calidad e influencia". La concejal explicó del mismo modo que el Ayuntamiento suscribirá próximamente la firma de un nuevo convenio con la Fundación Lara y Páginas de Espuma que, al contrario que en los acuerdos precedentes, sí contará con una dotación económica que permita a las editoriales desarrollar sus nuevas funciones, si bien insistió en que el Ayuntamiento trasladará a las empresas "el mismo presupuesto que gestionábamos nosotros, de manera que las nuevas convocatorias no costarán más a los malagueños aunque la gestión cambie de manos". La concejal mantuvo una reunión el pasado viernes con la directora de la Fundación Lara, Ana Gavín, en la que ambas partes aceptaron la fórmula; en cuanto a Páginas de Espuma, a falta de una formalización más concreta que se dará "en breve", el director de la editorial, Juan Casamayor, ya dio su beneplácito hace unos días en la presentación del último Premio Málaga de Ensayo celebrada en el Ayuntamiento. El convenio se suscribirá "cuando se active el presupuesto", con el plazo suficiente para que se anuncie la convocatoria antes del verano "y presentemos los premios en noviembre".

Gemma del Corral explicó que la continuidad de Alfredo Taján en la organización de los premios responde a la "voluntad expresa" de las editoriales, que así lo habían solicitado como condición para el acuerdo y que de hecho se harán cargo de su contratación. El mismo Taján confirmó ayer a Málaga Hoy este punto y señaló que su función consistirá en "poner toda la experiencia atesorada al servicio de la continuidad del proyecto". La concejal añadió que de esta manera la gestión de los premios se hace "más profesional" y que "salen ganando tanto el Ayuntamiento como las editoriales". Así que, autores, vayan afilando sus plumas.