Cultura

Ríos y afluentes

  • El cantante granadino presenta 'Solo o en compañía de otros', un trabajo en el que rinde homenaje a algunos de sus músicos 'fetiche'

A sus 64 años, Miguel Ríos vuelve a la carretera con un nuevo disco, Solo o en compañía de otros, un álbum en el que combina temas nuevos, versiones y colaboraciones con otros músicos y en el que demuestra, dice, que "he transitado por por mis edades con dignidad y coherencia".

"No me planteo retirarme, ya me lo plantearé, no tengo intención de perpetuarme más allá de mis posibilidades", afirma el músico poco después de presentar su nuevo disco en un pequeño concierto en una sala madrileña ante periodistas, amigos y colaboradores del rockero granadino. Sólo o en compañía de otros es un disco que ve la luz cuatro años después de su anterior álbum, Miguel Ríos 60mp3, que publicó en el 2004 con motivo de su sesenta cumpleaños.

"He perdido la cuenta de los discos que he grabado, más de treinta, de canciones, pues habré hecho unas quinientas", cuenta Miguel Ríos, mientras apunta que "el oficio" le impulsa a seguir trabajando y asegura que ahora "soy mucho mejor que antes" porque, en más de cuarenta años en el mundo de la música, "he aprendido, tengo más conocimientos".

Memorias de la carretera, escrita por él, es una de las nuevas canciones de este disco, junto con Restos de stock, escrita por Quique González, y Subsuelo, de Jorge Salán. Entre las versiones de "temas que me hubiera gustado componer pero lo han hecho antes músicos a los que quiero" figura Donde pongo la vida pongo el fuego, un tema de Pedro Guerra sobre un soneto de Angel González; En el ángulo muerto, de José Ignacio Lapido, y Bajo la lluvia, de Quique González, un músico por el que "siento devoción", explica Miguel Ríos.

Ocho de los catorce temas del disco son canciones editadas en forma de tributo, homenaje o colaboraciones con otros músicos. "He sido muy prolífico, tengo un archivo gigantesco de temas compartidos y me apetecía mucho verlos en un disco mío, no desperdigados en los discos de otros", apunta.

Ojos de gata, de Los Secretos; Gran Vía, de Antonio Flores; Princesa, de Joaquín Sabina; Mía, de Los Rebeldes; Oda a la tristeza, un poema de Pablo Neruda con música de Carlos del Amo; o Lo siento Frank, de Ariel Rot, son algunos de los temas recogidos en Solo o en compañía de otros, un disco con el que el próximo año emprenderá una gira por España y Latinoamérica. Es "un disco divertido, muy ecléctico", según el rockero, que en el libreto del álbum escribe: "Este disco nace de esa necesidad. La de dar una larga vuelta al ruedo como si fuera la última. La de ponerme debajo de la luz plateada del cañón, ahora que todavía puedo mostrarme con cierta dignidad y algo de gallardía antes del deterioro al que te lleva, implacable, la edad tardía que siento presionante en el DNI".

Una frase a la que, en la entrevista, el cantante quita hierro: "cuando se confiesa es porque se lleva bien. Ya hice muchas giras como si fueran la última", apunta mientras confiesa que el oficio le obliga a cuidarse: "Ahora todos nos damos cremitas, hasta Mick Jagger".

Pero sobre todo el "oficio" le obliga a "mantener las pilas cargadas, para un artista la vida siempre gira alrededor de una pregunta: ¿qué puedo hacer?". "Casi todo lo que me he propuesto lo he hecho. No tengo asignaturas pendientes, aunque siempre se me puede ocurrir alguna, yo no cierro ninguna puerta", explica mientras cuenta que cada vez le gusta más escribir.

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