Es la voz de los grandes tonos. Shirley Bassey, que mañana domingo cumple 75 años, encarna además a la perfección el encanto del mundo de James Bond. No en vano, tres de las películas del espía más famoso con licencia para matar llevan su sello vocal.

En la época del éxito rápido y efímero, Bassey puede echar la vista atrás a más de medio siglo de carrera musical. La diva de la voz potente consiguió durante más de medio siglo mantenerse fiel a sí misma, por encima de las modas y a comienzos del nuevo siglo fue distinguida por la reina Isabel II por su trayectoria.

Con su primer single, The Banana Boat Song, ya consiguió colarse en el top ten de la lista de ventas. Cincuenta años después, logró de nuevo volver a esas posiciones con The Living Tree, que publicó con motivo de su 70 cumpleaños. Bassey contaría así, según la BBC, con la mayor carrera en las listas de éxitos.

Su nombre, que ya a finales de los 50 llegó a los titulares de la prensa, también está en la actualidad a menudo en los periódicos. En otoño de 2011 apareció en televisión con motivo de la película biográfica que la BBC rodó sobre sus primeros 30 años de vida. Narraba su transformación desde sus orígenes humildes y migrantes hasta llegar a ser una diva mundialmente conocida.

Nacida en 1937 en Tiger Bay, cerca de Cardiff, Bassey fue la menor de los siete hijos de un matrimonio formado por una británica y un nigeriano. A los 15 años dejó la escuela para trabajar como empaquetadora en una fábrica, pero por las noches cantaba en los bares. Su sueño de tener una vida mejor se hizo realidad cuando en 1955 se descubrió su talento en Londres. Pronto dejó de ser una desconocida en la escena musical y en los cabarets de la capital británica. Y empezó a buscar también el reconocimiento internacional.

El éxito fuera de las fronteras inglesas le llegó en 1964 de la mano de Goldfinger, el tema principal de la tercera película de James Bond. Bassey puso también su voz a la banda sonora del Agente 007 en otras dos entregas de sus aventuras: Diamonds Are Forever (1971) y Mooraker (1979).