Cultura

Susi Gómez invita desde el CAC a multiplicar las miradas a la mujer

  • La artista mallorquina inauguró ayer su primera exposición en Andalucía · Reconstruye 18 obras de gran formato a partir de una selección de fotografías de 20 años de la revista 'Vogue España'

Una fotografía familiar de 1909 le indicó el camino a seguir en esa búsqueda de los múltiples significados que encierra cada mirada. Susi Gómez (Mallorca, 1964) descubrió hace 14 años que la imagen congelada podía resucitar con cada persona que la observara. Fascinada desde pequeña por las revistas que los turistas dejaban en el hotel que su familia regentaba en su ciudad natal, la artista llega ahora por primera vez a Andalucía con una exposición que reconstruye 18 fotografías de la revista Vogue España. En el CAC Málaga se podrá admirar hasta el 21 de junio El timón de mis almas.

Después de intervenir sobre las fotografías publicadas en los 20 años de vida de la revista, la creadora reproduce a gran formato y apoyadas sobre la pared una suerte de esculturas unidimensionales con las que crea el efecto de una gran pasarela de moda. Por sus lienzos desfilan Claudia Schiffer, Marina Pérez o Carmen Kass intervenidas en su pose a través de las pintura, polvos y otros objetos que la artista utiliza con intención de "recuperar esa imagen de la mujer con alma", afirmó ayer Gómez durante la inauguración de la muestra.

Como recordó ayer Fernando Francés, director del CAC Málaga, la mano de la artista sobre la imagen "estereotipada" de una mujer que responde a los cánones de belleza oculta otros conceptos. "Sabemos cuál es la realidad, pero ¿hacia dónde vamos?", reflexiona Francés. El producto final de la intervención no es "ni un collage ni un objeto, sino otra fotografía", explicó el director del centro.

Susy Gómez desarrolla una estética posconceptual, difícil de encasillar, para edificar diferentes discursos con preferencia por los temas del cuerpo y la identidad. Técnicamente su obra responde a diferentes intencionalidades, desde el dibujo a la escultura con materiales que van desde los más efímeros y frágiles como la llama de una vela al bronce o al hierro, pasando por el vídeo y unos usos muy personales de la instalación y la fotografía. Su temática es también muy amplia abarcando desde los recuerdos autobiográficos hasta unas propuestas herméticas en las que símbolos figurativos se utilizan como símbolos abstractos. Sus imágenes son siempre imágenes de presencias cercanas, de la naturaleza o de la vida cotidiana: ojos, corazones, mariposas, flores, casas, montañas o vestidos que funcionan como metáforas abiertas.

Cuando Susi Gómez viaja con el pensamiento a los inicios de su carrera se detiene en su infancia en la Cala de San Vicente, en el Norte de Mallorca, donde su familia regentaba un hotel, antigua casa de pescadores. "En la España gris de los años 70, las imágenes que traían los turistas en sus revistas eran una ventana al mundo, en la que aparecían los grandes acontecimientos políticos internacionales o los movimientos estudiantiles, y esas imágenes me servían como puente entre aquella España y una mirada más amplia", expresó la creadora.

Precisamente, en ese antigua morada de pescadores se hospedaron pintores como Sorolla y otros de tendencia impresionista, a demás de escritores "atraídos por esa Mallorca salvaje", aseguró Gómez. "La exposición está dedicada a las tres hermanas de mi padre, Emma, Adonina y muy especialmente a la mayor, mi tía Licinia, ésta es mi forma de reconocer muy profundamente la vida y la obra de estas mujeres, que me han inspirado y me han dado la fuerza necesaria para dedicar mi vida al arte", comentó la artista.

Completa la muestra una videoperformance (proyectada en el espacio 5) con imágenes y movimientos, en los que varias personas de su familia reconocen a sus antepasados, que tuvieron un destino difícil para la época en la que vivieron, a través de sus retratos, pertenencias y paisajes.

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