Cultura

Transtromer publica su autobiografía, 'Visión de la memoria'

  • El texto ofrece todas las claves de la obra del último ganador del Nobel de Literatura

"Dentro de mí llevo mis rostros anteriores, como un árbol lleva los anillos de la edad. Es la suma de ellos lo que es yo". Estas palabras del Premio Nobel 2011 Tomas Transtromer forman parte de Visión de la memoria, la autobiografía del poeta que se acaba de publicar en España. Un libro que Transtromer (Estocolmo, 1931) escribió a los 60 años, meses después de sufrir una apoplejía que le privó prácticamente del habla y le paralizó la parte derecha de su cuerpo, y cuyas páginas contienen la infancia y juventud del poeta.

Publicado por Nórdica, Visión de la memoria, además de ser un texto bellísimo, aporta todas las claves de la obra del poeta. Aquí el lector podrá encontrar de dónde nace su interés por el hilo de la memoria y su amor por la naturaleza, la antropología, la medicina o la biología. La música es otra de las pasiones del escritor y últimamente el vehículo con el que expresa sus emociones artísticas, ya que toca el piano con la mano izquierda.

En este libro, el narrador, poeta, traductor y psicólogo -durante años trabajó en una prisión, rehabilitando a jóvenes delincuentes- pone las simientes de lo que luego sería la poesía para él. "Mi vida. Cuando pienso estas palabras veo frente a mí un rayo de luz. En una aproximación mayor, el rayo de luz tiene la forma de un cometa, con cabeza y cola", escribe el ganador del último Nobel.

Traducido a más de 50 idiomas, el poeta, que encierra mucho misterio y está plagado de claroscuros, relata cómo desde su infancia le atraían las biblioteca, los museos y el zoo, y cómo, al igual que a otros muchos escritores y pintores nórdicos, la naturaleza y su carácter extremo condicionaron su persona y su trabajo.

El autor de El cielo a medio hacer habla del divorcio de sus padres, de la escuela primaria y su relación con los compañeros y profesores, de la guerra o de una depresión que sufrió a los 15 años. Lo cuenta en un capítulo denominado Exorcismo, donde narra el fundido en negro que sufrió, que comenzaba cada tarde al empezar a oscurecer y que se terminó una noche de primavera, cuando descubrió que la angustia se había vuelto marginal.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios