El Proscaenium del Teatro Romano albergará, piedra sobre piedra, una tragedia a la vieja usanza. La veterana compañía teatral Atalaya, que cumple más de treinta años sobre los escenarios, presentó ayer Medea, la extranjera, la tragicomedia por excelencia del director Ricardo Iniesta. Al encuentro en el Teatro Romano asistieron el propio director de la obra acompañado por el delegado de la Junta en Málaga, José Luis Espejo, y la delegada territorial de Educación, Cultura y Deporte, Patricia Alba.

Según Espejo, esta obra y todo el conjunto de actuaciones que se darán en el anfiteatro (hasta sumar un total de cuatro obras grecolatinas) en el ciclo de Teatros Romanos de Andalucía "pretende revalorizar todo el patrimonio de los clásicos teatros , que además simboliza una apuesta clave en las artes escénicas", al mismo tiempo que criticaba al gobierno central, y es que según el delegado, "este tipo de iniciativas van en dirección contraria a las medidas que se han tomado a la hora de subir el IVA cultural, que supone un grave perjuicio para el teatro".

Por su parte, Alba destacó ayer que "el equipamiento del escenario ya se ha instalado, siempre bajo la supervisión de un arqueólogo que ha controlado el correcto uso de las remodelaciones en el yacimiento". La tragedia griega, que paradójicamente se representa en un coliseo romano, narra la historia de Medea que obedece al mito de la venganza más tradicional. Tras abandonar la casa de sus padres en Cólquide (haciendo un homenaje a la versión de Medea que retrató Pasolini, interpretada por Maria Callas), una Medea desquiciada por amor asesina a sus propios hijos al sentir el despecho más profundo de Jason, una vez éste ha conseguido el preciado Vellocino de Oro. Sin embargo, el propósito de Iniesta no es demonizar a esta Medea errante, sino que contra todo pronóstico, engalana al personaje de humanidad. Medea en sus brazos es una víctima más del azote machista de, en sus palabras, "un trepa de la antigua Grecia como Jason". Y es que al fin y al cabo la propia tragedia se nutre de la más pura venganza irracional y quizás ahí radica el encanto de la Medea despechada, que hace las veces de un relato bastante real en nuestros días.

Por otro lado el destierro, la emigración y el abandono, siglos después, siguen siendo valores muy presentes en la cotidianidad de muchos territorios en conflicto."Nuestra intención no era la de hacer una obra de teatro arqueológica", explica el director Ricardo Iniesta, "sino la de traer el relato de Medea a nuestros días". Sin embargo, Iniesta no se refiere exclusivamente a territorios azotados por el conflicto, como podría ocurrir recientemente en el territorio de Gaza o Irak, sino que traslada a la perfección la tragedia griega a una realidad actual que muchos viven en España.

"Ahora sabemos lo que es vivir ese exilio de jóvenes que necesitan salir de aquí para buscar ese Dorado del que habla la obra de Medea", explica el director Ricardo Iniesta. La dramaturgia, galardonada con el Premio Nacional de Teatro en 2008, permanecerá en el Teatro Romano hasta el domingo. Será la comedia Amphitryon (Producciones Imperdibles) quien tome el relevo de Medea en el mismo anfiteatro del 10 al 13 de septiembre.

El aforo del recinto permitirá a 450 personas disfrutar de la venganza de Medea, con entradas que rondan los 20 euros, con descuentos adicionales para desempleados, jubilados y grupos.