Con su empeño en convertirse en una ciudad de museos, Málaga parece dispuesta a adjudicarse todos los tantos. Con el anuncio del proyecto Pompidou todavía caliente, los primeros balances de los espacios expositivos en cuanto a número de visitantes resultan, cuanto menos, prometedores. En los últimos días, dos museos de la capital han puesto sobre la mesa sus cifras y en los dos casos el recuento es positivo: el CAC Málaga recibió durante los últimos doce meses un total de 55.663 visitas más que en 2012, hasta superar las 460.000; y, por su parte, el Museo Carmen Thyssen cerró el año con 34.523 visitantes más que en el ejercicio anterior, con algo más de 154.500 como cifra total. El Museo Picasso presentará su balance en los próximos días, aunque la buena aceptación de las exposiciones y actividades organizadas para el décimo aniversario permite prever un crecimiento en porcentajes similares. De modo que sí, el negocio del arte sigue cundiendo en Málaga, y de qué manera; el panorama presenta, por tanto, un paisaje apetecible para la instalación del Centro Pompidou en Málaga, por más que la apertura del Museo de Bellas Artes y el Arqueológico en la Aduana prometa ya no ser una realidad hasta, por lo menos, 2016 (si bien el retraso, claro, termina favoreciendo al Ayuntamiento en su maniobra parisina, y más aún si se considera que el Museo de la Aduana será, por sus contenidos artísticos, un competidor directo del Carmen Thyssen).

Por si fuera poco, y a la luz de estos datos, Málaga se convierte en una excepción significativa dentro de un verdadero annus horribilis de los museos españoles. Según los datos anunciados ayer mismo, el Museo del Prado perdió en 2013 un 15% de visitantes respecto a 2012 (con un total de 2.306.966, medio millón menos), el Museo Guggenheim de Bilbao un 8% (con 931.015) y el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid un 25% (con 944.827 personas, si bien en 2012 la pinacoteca alcanzó una cifra récord de 1.256.209 personas en el marco de su vigésimo aniversario). Las cifras de los museos malagueños son aún considerablemente más modestas, pero que se den al alza contribuye a que la ciudad quede señalada en el mapa expositivo nacional con una determinación mayor. No obstante, en la mayoría de los centros de la capital se advierte una mayor afluencia de población local frente a una hegemonía del turismo que tiende ser por tanto menor; y cabe subrayar que esta tendencia se da con especial énfasis en el CAC y el Carmen Thyssen (tal y como insisten sus respectivos responsables), lo que demuestra que el crecimiento de los museos no depende ya tanto del turismo sino de los públicos más cercanos.

Con respecto al CAC, el balance pone el colofón al programa de su décimo aniversario, con doce exposiciones además de las dos colecciones permanentes y su implicación (no sin polémica a raíz de los procesos de adjudicación y financiación) en la transformación del Soho en un templo del arte urbano. La muestra más vista en este 2013 fue la colección de Selim Varol exhibida en At home I am a tourist, que superó las 50.000 visitas, mientras que las de Subdoh Gupta y Rinus Van de Velde superaron las 30.000. Más de 23.000 personas participaron en las actividades educativas celebradas por el departamento pedagógico, mientras que cerca de 19.000 lo hicieron en las 235 propuestas culturales (proyecciones de cine, presentaciones de libros, conciertos y conferencias, entre otras) llevadas a cabo en estos doce meses.

Por su parte, el Museo Carmen Thyssen repara en gran medida el pobre balance correspondiente a 2012 (en el que se contabilizaron unas 123.000 visitas), aunque sigue sin igualar la cifra de visitantes de 2011, su primer año, cuando recibió a más de 183.000 personas en un ejercicio reducido además a sólo nueve meses dado que abrió sus puertas en marzo de aquel año. En este crecimiento del 28% tiene mucho que ver la exposición temporal Julio Romero de Torres. Entre el mito y la tradición, que fue vista por más de 53.000 personas. La actual muestra temporal, Courbet, Van Gogh, Monet, Léger. Del paisaje naturalista a las vanguardias en la Colección Carmen Thyssen, inaugurada el pasado mes de octubre, y que permanecerá en el museo hasta el próximo abril, ha sido vista ya por más de 40.000 personas, por lo que promete superar el registro. De las 154.500 visitas, 60.000 corresponden a malagueños. Fuentes de la pinacoteca recordaron que en 2013 se han incorporado nuevas obras a la colección permanente hasta alcanzar las 249 piezas. Algunas de las pinturas de la colección permanente han sido objeto de solicitudes de préstamo para otros museos, entre ellos el Museo Thyssen-Bornemisza, el Museo del Prado, los Caixaforum de Barcelona y Madrid, el Museo de Bellas Artes de Sevilla, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla y el Museo Centro Gaiás de Santiago de Compostela, entre otros.

De modo que los museos malagueños, por ahora, cantan victoria. Y que dure.