Villanueva de Tapia acogerá este fin de semana, del viernes 15 al domingo 17, la decimosexta edición del Festival Internacional de Cante de poetas. El evento, como es habitual, será totalmente gratuito y tendrá lugar en la Plaza de España del municipio.

El Festival Internacional de Cante de Poetas es una apuesta en pro de la poesía improvisada que concentra a los principales repentistas tanto del municipio como de diversos países. A él han asistido artistas de Panamá, Paraguay, Chile, Italia, EEUU y Brasil, entre otros, además de Cuba y Colombia, que seguirán estando presentes en esta edición. Aunque no se pierden los tintes internacionales, este año se ha decidido apostar por la improvisación dentro de España ya que se incorporan nuevas regiones como Cataluña, Baleares y País Vasco que se unen a Murcia, Galicia, Canarias, Almería y a los poetas del Genil, que han sido los que tradicionalmente han dado la razón de ser a este festival.

Esta celebración nace con el objetivo de afianzar una de las tradiciones más singulares de Villanueva de Tapia: las veladas de poetas o troveros. En ellas se cantan o se leen coplas o cualquier tema jugando con la improvisación de sus letras y siguiendo una métrica determinada, en décima espinela, cuartetas o en quintillas y con un acompañamiento musical. El público asistente celebra así las ocurrencias, la gracia y el tono mordaz de las coplas. Los orígenes de esta celebración, influida poderosamente por los romances, se remontan a la Edad Media.

Ayer tuvo lugar la presentación del cartel, a la que acudieron el diputado de Cultura y Educación, Víctor González y Encarnación Páez Alba, alcaldesa de Villanueva de Tapia. González presentó el evento como "algo que no se puede perder nadie, ni malagueños ni foráneos". Por su parte, Paéz Alba lo calificó como "un culto a la tradición dentro de la modernidad en la que nos enmarcamos hoy día" e hizo hincapié en la "multiculturalidad y el plurilingüismo" que representa, ya que se trata de un evento en el que se cantará en euskera, en catalán y en menorquín, una riqueza "que debe ser homenajeada y reconocida".