La osadía y la ruptura de cánones lleva implícito un alto componente de riesgo y oposición. El tiempo suele dar la razón a quienes lo hacen con talento y condena a ser pasto del olvido a quienes carecen de él. El compositor Jesús Villa-Rojo pertenece al primer grupo, por sacar adelante vanguardísticas creaciones "difíciles y agresivas". En estos términos se expresó ayer el músico de Guadalajara , presente en Málaga con motivo del XVII Ciclo de Música Contemporánea que se celebra en el Teatro Cánovas del 10 al 28 de enero (cada lunes, martes y miércoles), y que rinde homenaje a su figura.

Distinguido en dos ocasiones con el Premio Nacional de Música, su ingente producción abarca partituras para diversos instrumentos solos, música de cámara, coral, vocal, sinfónica, cinematográfica, electrónica, electroacústica y de técnicas mixtas. Él mismo reconoció ayer sentirse identificado con la definición de "el clarinete blasfemo de Villa-Rojo" que le atribuyó la crítica en su etapa más rupturista. "A la gente le llamaba la atención mi falta de formación, por eso me tomé mi carrera muy en serio y todo el mundo me respetaba. La crítica decía que admiraba mi armonía. Y eso que fui profesor de armonía pero nunca la practiqué en mi obra", admitió el homenajeado.

"Pertenece a esa generación de músicos que han tenido que luchar ante la incomprensión por hacer algo que era rompedor", comentó Edmon Colomer, director de la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM) con la que Villa-Rojo ha editado un CD de cinco de sus piezas. "Su música se define sóla y se entiende enseguida. Por eso fuimos tan rápido en la grabación", añadió el maestro Colomer.

A la edad de 6 años el insigne compositor ya empezó a dar sus primeros pasos instrumentales, gracias al ejemplo de superación de su padre, también clarinetista, "que sacó adelante la música en situaciones lamentables, para que después de la Guerra Civil no se perdiera", recordó ayer Villa-Rojo. Cuando cogió el testigo, pronto se daría cuenta de que la música sería su alimento. "Fue algo que iluminó mi niñez y, desde entonces, no he sabido pensar o imaginar otra cosa. Comprendo que pueda parecer una gran limitación en el desarrollo de mi personalidad intelectual y humana, pero esta es la realidad", confiesa el músico en el prólogo de la publicación Diálogos/memoria que acompaña a la presente edición del ciclo.

El tributo a su figura se desarrollará sobre el escenario del Cánovas a través de nueve conciertos y permitirá escuchar una de las últimas composiciones en estreno absoluto de Villa-Rojo y contemplarlo en escena dirigiendo al Laboratorio de Interpretación Musical (LIM), formación que él fundó y referente de la vanguardia musical en España. Además, el festival ofrecerá un cálido homenaje a Manuel Carra, pianista y compositor malagueño, de quién se escuchar unas de sus más relevantes piezas nunca antes interpretada en Málaga.

Bajo la coordinación artística del profesor Fernando Anaya, el programa incluye la actuación del grupo Camaleón (lunes 10); Tactic Trío (miércoles 12); ProyectoeLe (viernes 14); Rivardi Descalzo/Eva Narejos (17); Camerata del Prado (19); Orquesta de Córdoba (21); LIM, Solistas de Madrid (24); Cuarteto Quiroga (26) y el colofón que pondrá la OFM (28), a las órdenes de Edmon Colomer.

El ciclo continúa colaborando con la Asociación de Compositores Andaluces y presenta tres estrenos absolutos de piezas de músicos miembros de esta entidad: José Ramón Hernández, Mercedes Sánchez y Antonio Jesús Flores. Como recordó Anaya, entre las novedades de este año figuran composiciones japonesas, la simbiosis de música vocal y elementos audiovisuales de ProyectoeLe; y la danza contemporánea de Eva Narejos acompañando al piano de Ricardo Descalzo.