Cultura

Las aficiones de un buen tipo

  • Banderas invierte capital y tiempo libre en su afición a las motos, en diferentes empresas y , sobre todo, en su devoción cofrade

Podría permitirse el lujo de ser un divo insoportable, prepotente y hostil. Otros en sus mismas circunstancias lo son y hasta se les perdona. Ha alcanzado todas las metas que se ha propuesto. Se codea con verdaderos monstruos del celuloide, y su imagen es garantía de éxito en cualquier campaña. Pero Antonio Banderas, en esto, también rompe moldes. Su bonhomía no parece responder a la impostura típica de un profesional mediático que busca otros réditos. Aunque pueda sonar a tópico, el actor, director, productor y empresario es una persona sencilla, amable, humilde y empática. Así, al menos, aseguran (todos) quienes le conocen. Y el efecto que produce en la prensa suele ser el mismo.

Y, por si fuera poco, en su 50 cumpleaños Banderas "está mejor que cuando teñía veinte años", expresa su hermano Francisco Javier, alias Chico. "Se cuida mucho, hace deporte, se está quitando de fumar, y no bebe nada de alcohol, aunque tengamos bodegas", sostiene. Al otro lado del teléfono, el malagueño, con motivo de la nominación a los Oscar del cortometraje La dama y la muerte (producido por su firma, Green Moon), volvía a mostrarse como un mortal más. "No paro de coger aviones y no te imaginas lo mal que lo paso. No por miedo a las alturas sino por estar encerrado tanto tiempo", confesaba.

cofrade y pregonero

"En la hermandad es uno más. No nos es nada ajeno. Te lo puedes ver currando, callado de pie en una esquina escuchando, o en el bar de enfrente con sus amigos de la hermandad", comenta Raquel Espejo, contadora de la cofradía Fusionadas de San Juan, de la que Antonio Banderas es hermano desde hace muchos años. Espejo aún recuerda su primer encuentro con el actor a principios de los 90. "Entré a coger mi túnica, empujé la puerta y escuché un '¡ay!'. No me di cuenta de que detrás estaba él".

Por aquel entonces Banderas procesionaba con La Exaltación y luego "por la devoción de su madre a la Virgen, él y su hermano se volcaron más con Lágrimas y Favores", recuerda Espejo. La inagotable capacidad de trabajo que le reconocen sus allegados revierte también en su devoción cofrade. "El año pasado la semana previa a Semana Santa venía todas las noches y lo podías ver con su hermano debajo del trono ajustando tornillos", asegura. Precisamente, su hermano es quien contribuye a mantener viva la devoción de su hermano, y viceversa. "Ha sido cofrade desde que éramos chicos. Justo debajo de casa montaban el tinglado de La Paloma. Y cuando ha estado fuera muchas veces yo le ponía al teléfono el crujir del submarino de la Esperanza y él lo iba siguiéndo por internet", relata su hermano. Y Raquel Espejo apostilla: "Se dice que se mueve mucho por los foros cofrades de la Red con otro nombre y comenta cosas".

Tanta entrega a su Málaga litúrgica ha propiciado que Banderas sea, casi por aclamación popular, el próximo pregonero. "No se lo han dado esto por ser Antonio Banderas sino por ser José Antonio Domínguez Banderas, que ha sacado más tronos que nadie", ensalza Chico. Le gusta difundir la solidaridad con entidades como Cudeca (dedicada a los enfermos terminales), con la que colabora.

Banderas se emociona en el encendido de velas de Lágrimas y Favores; "con la saeta que Diana Navarro le cantó a la Virgen el pasado año"; y, especialmente -recuerda Espejo-, el año que murió su padre. "Y todo el rato no se puede disimular", advierte la joven.

loco por el deporte

Como cualquier otro niño de barrio, Chico y José Antonio jugaban "a las chapas y al fútbol". Banderas militó de delantero centro en el Puerto Malagueño. Un esguince en uno de los partidos le hizo desistir de su carrera futbolística, que no de su afición. "Desde Los Ángeles nos llamamos en cada partido que juega el Málaga, él ve incluso más fútbol que yo. Me llama y me comenta algunos que yo no he visto", explica el pequeño de los Banderas.

Pero el fútbol no es la única afición deportiva del cineasta. Conocidas son sus visitas a la cancha con su mujer y su hija Estela de los Lakers, y conocida es también su debilidad por las motos de competición. Este mismo año presentó en Madrid su equipo para el Mundial Moto2, el Jack&Jones by Antonio Banderas. Comparte además algunas Harleys con Melanie Griffith. El pasado julio se le pudo ver con su escudería por Montmeló.

imagen de andalucía

"Es nuestro mejor embajador, no sólo en Estados Unidos sino en cualquier lugar del mundo", sentencia Paulino Plata, consejero de Cultura de la Junta de Andalucía. Presume de conservar una buena amistad con su paisano desde que estaba al frente de la Consejería de Agricultura. "Le pedí en aquella batalla por el aceite de oliva que fuera nuestro embajador. En aquel momento estaba él en Buenos Aires con Madonna rodando Evita y se creó un revuelo en prensa. Se decía que él iba a cobrar no sé cuantos millones por la campaña", recuerda Plata. Y saca a colación un dato a favor del artista. "Fue a un notario en Buenos Aires para dejar por escrito que sólo quería una botella de aceite de oliva y un jamón. Fue lo único que cobró", remarca el político. Al parecer, gracias a esa polémica, la campaña tuvo una difusión enorme, "de las cosas que nos han salido más baratas", bromea Plata.

De su tirón popular, rescata cuando le vio en los ensayos de Nine en Nueva York . "Estaba cantando con nueve chicas y las tenía enamoradas a todas", comenta. El ex alcalde de Antequera se deshace en elogios hacia Banderas. "Es muy inteligente y tiene una paciencia enorme. Contagia entusiasmo por su gente. Cuando habla de Andalucía, Antonio tiene la virtud de conmocionar, posee esa magia. Por eso me parece una persona entrañable", remata.

un 'marciano' de cerca

Para Alberto Amarilla, Banderas no es sólo un buen tipo. Es, además, "un marciano". Y se explica. "Yo se lo decía en el rodaje y él se reía. Pero es cierto que es una persona rara, con la muerte muy presente, por eso es tan vitalista. Como Lorca, vital y melancólico al mismo tiempo", apunta el protagonista de El Camino de los Ingleses. Por su cumpleaños, el actor lanza la mejor de las dedicatorias: "Antonio, enhorabuena, acabas de dar 50 vueltas al sol. Te admiro mucho".

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