Silvestre II, el Sumo Pontífice entre los años 999 y 1003, periodo en el que Europa estaba "sumida en la barbarie", protagoniza la novela El Papa Mago, del escritor malagueño Miguel Ruiz, que analiza la figura de este personaje acusado por la leyenda de crear máquinas diabólicas. Ruiz presentó ayer su obra en la Sala Ámbito Cultural de Málaga.

Este erudito medieval, del que se dice que cuando nació en Francia un gallo cantó y el sonido se escuchó en Roma, entró en contacto con la ciencia árabe, lo que permitió que estudiara Trivium (Gramática, Lógica y Retórica) y Quadrivium (Aritmética, Geometría, Astronomía y Música).

Gerberto de Aurillac -su nombre civil- fue padre de la relojería actual e introductor del número cero y del sistema numérico indoarábigo, y expuso sus ventajas en relación a la numeración tradicional romana. Durante su mandato, a Silvestre II, primer líder de la Iglesia Católica de origen galo, le tocó vivir en una sociedad supersticiosa que esperaba el fin del mundo con el cambio de milenio, un periodo conocido como los terrores del año mil, y que ahora sirve como eje argumental de la segunda novela de Miguel Ruiz (Málaga, 1962) tras La Tumba de Colón.

Ilusionado por su nueva obra, el escritor afirma que ha tardado dos años en documentarse sobre este "hombre increíble y adelantado a su tiempo", en una novela ambientada en la actualidad, con una trama acelerada, "casi policiaca y negra", similar, como él cuenta, a la exitosa El nombre de la Rosa, de Umberto Eco.

El Papa Mago publicada por Martínez Roca Ediciones el pasado 5 de septiembre y con una tirada de 50.000 ejemplares en esta primera edición. La semana que viene el auto viaja a París para presentar la novela. También una obra de aventuras y misterio, con carácter "histórico real", y por ella ya han mostrado interés algunas editoriales europeas, sobre todo en Francia, donde Silvestre II es un personaje "muy significativo".

De este Papa "se dice que pactó con el diablo y robó a los árabes" según la leyenda, y fue constructor de instrumentos "similares a los de Leonardo da Vinci", e incluso introductor del ábaco y del astrolabio, aparatos de origen sarraceno, explica el autor de esta trama.

El cronista medieval Guillermo de Malmesbury afirmó que el pontífice alcanzó el trono de San Pedro gracias al diablo, aunque antes de expirar sintió remordimientos y mandó que se troceara su cadáver y que no fuera enterrado en un lugar sagrado. Además, acusó al líder religioso de fundir el oro de una estatua para crear una de sus famosas cabezas parlantes, que vaticinaría el futuro de su periodo como Papa.

Enterrado en la Basílica de San Juan de Letrán de la capital italiana, la tradición mágica apunta que la tumba exuda un tipo de humedad intensa cuando la muerte del máximo representante de la Iglesia cristiana está cercana.

El escritor y gerente de la EMT Miguel Ruiz ha logrado vender más de 200.000 unidades de su primer libro, La Tumba de Colón (2006), que ha sido traducido a once idiomas, y actualmente trabaja en otra obra con la cual quiere "volver al Caribe, con temas como el vudú", y relacionado con el descubrimiento de América, algo por lo que se siente "emocionado". La semana que viene el escritor viajará a París para presentar su libro.

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