Cultura

El amor sin papeles

Drama, Francia, 2009, 109 minutos. Dirección: Philippe Loiret. Guión. P. Loiret, E. Courcol, O. Adam. Fotografía: Laurent Dailland. Música: Piovani, Kilar y Amar. Intérpretes: Vincent Lindon, Firat Ayverdi, Audrey Dana, Derya Ayverdi. Cines: Alameda.

El espectador con buena memoria tal vez recuerde aquella Last resort (2000, Pawlikowski) en la que un inmigrante sin papeles quedaba atrapado en una isla-fortín para refugiados sin poder salir a Inglaterra ni tampoco volver a su país de origen. Si la cinta tocaba la fibra sensible de un tema social candente, más interesante aún era la manera en que su director sacaba partido a aquellos espacios de la desolación y el vacío rozando incluso los límites de la abstracción.

Diez años más tarde, Welcome nos propone una misma historia de sueños truncados ambientada en los alrededores de Calais (Francia), ciudad portuaria y fronteriza por la que transitan, bloqueados por la justicia, esperando una escapada furtiva, los inmigrantes que pretenden atravesar el Canal de la Mancha para llegar a Gran Bretaña.

A Philippe Loiret (En tránsito, El extraño) le interesa el lado humano de esta tragedia cotidiana, el relato didáctico de las peripecias de uno de esos protagonistas anónimos de la lucha diaria por mejorar su vida, escapar de la miseria o la falta de libertades y alcanzar un nuevo Eldorado en el primer mundo, aquí con el añadido dramático de una historia de amor (imposible).

En su empeño, Welcome articula los resortes habituales del sentimentalismo realista y comprometido para centrarse en la relación de un joven inmigrante kurdo (paradigma del buen inmigrante) con su profesor de natación (prototipo del solidario concienciado), una pareja destinada a entenderse en un mundo de ficción que apuesta por lavar y enjuagar la mala conciencia de Occidente. Ésa y no otra es la voluntad de esta cinta de suave mirada crítica y pesimismo melancólico puntuada por músicas tristes y envuelta en un estilo funcional guiado siempre por los pliegues de la narración, los giros previsibles y más tópicos sociales de la cuenta.

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