Comedia romántica, Francia, 2010, 80 min. Dirección: Jean-Pierre Améris. Guión: Delphine Régnier-Cavero, Philippe Blasband, Jean-Pierre Améris. Fotografía: Gérard Simon. Música: Pierre Adenot. Intérpretes: Isabelle Carré, Benoît Poelvoorde, Lorella Cravotta, Lise Lametrie, Swann Arlaud, Pierre Niney, Stephan Wojtowicz. Cines: Alameda, Málaga Nostrum, Plaza Mayor.

En la estela de cintas como Amélie y Odette, una comedia sobre la felicidad, Tímidos anónimos transpira ese optimismo cándido, ligero y colorista que ha hecho de cierta comedia francesa un modelo comercial infalible para levantarle el ánimo al personal a través de fábulas románticas con mensaje de autoayuda y coartada gastronómica incluidos.

Angélique y Jean-René son dos tipos acomplejados, inseguros, inadaptados y tímidos con necesidad de terapia que, tras encontrarse en una pequeña fábrica de chocolate artesanal, descubren una sintonía vital en sus compartidas limitaciones para la normalidad.

Jean-Pierre Améris (La vida) aplica un barniz de ingenuidad naif a su relato de personajes excéntricos confiando a ciegas en la química chocolatera entre Isabelle Carré (Mi refugio) y el popular cómico belga Daniel Benoît Poelvoorde (Nada que declarar), pareja disfórica que ya había coincido antes en Entre ses mains y que parece destinada a repetir baile emocional y patoso con su encanto antiglamuroso como argumento esencial para encandilar a un público ideal al que tal vez habría que ir a buscar en una máquina del tiempo a los años treinta del siglo pasado.