La exposición La Costa del Sol. El color del blanco y negro es una mirada al cine de los años 60, una pequeña selección de fotografías que reúne a algunos de los muchos famosos que en aquella época se dejaban retratar mientras paseaban por estos lares. Frank Sinatra, John Lennon, Camen Sevilla y Marisol, entre otros, son algunos de los ejemplos de los rostros que hace ya algún tiempo Eugenio Griñán inmortalizó para periódicos malagueños y agencias de noticias.

Aficionado desde los 14 años a la fotografía, Griñán, captó la moda, el deporte, ferias, bodas y comuniones, pero sobre todo fotografió el día a día de la sociedad malagueña. "Lo que me representa y me ha dado nombre ha sido siempre el trabajo que he hecho de cara al público, es decir, las fotografías de los malagueños y de la ciudad", aclaró ayer el artista malagueño.

Eugenio Griñán procede de una casta familiar de fotógrafos. Ya cuando era pequeño acompañaba a su tío y a su padre por las distintas ferias de pueblos captando rostros anónimos y conocidos. Y con 16 años tuvo su primera cámara, una renete de la casa Kodack, que le abrió las puertas para ser "el fotógrafo más joven de Málaga", convirtiendo su afición en su profesión.

Dentro del ciclo La Edad de Oro, organizado por el Festival de Málaga, desde hoy hasta el 20 de septiembre se han programado 28 proyecciones en el Cine Albéniz, cuatro conciertos en la Sala María Cristina y esta exposición en el Sala Moreno Villa, para disfrutar y poner una mirada atrás con la colección de cámaras y las fotografías de la costa del sol. A través de estas fotografías, Griñán refleja el cine clásico que se rodaba y los artistas que transitaban por las calles malagueñas, en los años 60 .

Aunque él mismo no se considera el mejor con el objetivo, se siente orgulloso de seguir en activo, de ser reconocido y de haber vivido de y para la fotografía en un tiempo en el que "ha habido muchos fotógrafos buenos que se han perdido en el tiempo, como Mielgo, Francis, Goya y Castillo".

La pulcritud y las ganas de hacer el mejor trabajo lo describen como fotógrafo, ya que aunque carece de insignias ("nunca he tenido tiempo de enviar fotos a concursos y ganar algún premio") su profesionalidad se refleja en cada una de las fotografías que hacen de él una vida misma.

En la exposición fotográfica La Costa del Sol sólo se encontrarán dos fotografías en color con el rostro de Antonio Banderas, acompañando a una selección de imágenes que no necesitan más tinte que el blanco y negro de las cámaras análogicas. Griñán, a pesar de comenzar su andadura fotográfica en los años 50, no se ha quedado estancado en lo antiguo; con el tiempo ha sabido aprender y seguir siendo el mismo profesional con una cámara digital: "La profesionalidad nos hace subir escalones, es una continuidad del trabajo", recalcó el artista malagueño.

Nunca ha dejado la carrera de fotógrafo, pero ahora la colección de cámaras analógicas, los carretes y las millones de fotografías que colecciona son el mayor tesoro que posee. De la mano de unas palabras de Griñán, hoy se celebrará la inauguración de la exposición fotográfica que muestra un momento clave del recorrido de este malagueño.