Ana Rossetti. Escritora

"Esta crisis ha tenido un carácter revelador"

  • La autora publica con La Bella Varsovia 'Deudas contraídas' El libro supone su regreso al terreno de la poesía ocho años después

Tras ocho años sin publicar -que no sin escribir- poesía, Ana Rossetti vuelve al género con Deudas contraídas (La Bella Varsovia). Aunque se trate realmente, indica su autora, "de una serie de poemas en prosa". "Lo que quería evitar, desde luego, era el uso de un lenguaje puramente informativo o un alegato, pero Deudas contraídas no es totalmente poesía. Para ser poesía, tendría que hacer otra cosa", matiza.

El libro desvela en su título la premisa a partir de la cual se desarrolla: nuestra implicación como sociedad ante el dolor ajeno. Rossetti firma un proyecto "pegado a lo contemporáneo, más que a la actualidad", y que se ha ido nutriendo a lo largo de estos diez años de cambio de paradigma socioeconómico. Ana Rossetti (San Fernando, 1950), una escritora que se mueve por diversos géneros y que está alejada del mero afán de producción, afirma no sacar nada adelante hasta tener "los mimbres suficientes para ir haciendo el cuerpo".

Para un tema como el de la desafección generalizada ante el sufrimiento, la autora tenía claro que había que escribir apelando a la emoción: "Muchos de los comportamientos y fórmulas que tenemos son culturales, y como no encuentres esa fórmula no lo sabes decir -indica-. Yo tenía claro que quería transmitir todo esto a través de la poesía, que quería contar estas cosas a través del sentimiento y no encontraba la manera". "La anestesia ante el horror ajeno surge, inevitable, si te están dando continuamente una misma cosa -continúa-. Incluso cuando te está pasando a ti".

Todo imperio tiene esclavos, que dice Manuel Vicent, y éste no iba a ser una excepción. Aunque los de esta época no vivan en nuestra casa: "Uno puede no tener conciencia directa de la explotación, pero sí sabe que están explotando a otros. Imagino que esa es la mecánica del capitalismo -comenta la escritora gaditana-. Aunque no hubiéramos tenido una crisis que ha destapado unas injusticias y hecho saltar otras nuevas, había indicios por todas partes que nos decían cuál era la realidad, pero insistíamos en no verlos y nunca nos los señalaban. Cuando viene la crisis, casi podríamos decir que sirve de agente catalizador, de revelación. Gracias a la crisis nos hemos dado cuenta de muchas cosas". Nos hemos dado cuenta, por ejemplo, de que esa misma realidad que nos repetía -y repite- lo especiales que somos y lo mucho que merecemos, no nos considera más que "seres residuales, piezas intercambiables y fungibles", dice El excedente.

En Deudas contraídas, Rossetti retoma la tradición de poesía social de "Rosalía de Castro, Carmen Conde, Ángela Figuera...". "El sentimiento de denuncia de los poetas -explica la escritora- siempre ha existido, los poetas siempre han ido recogiendo la voz del pueblo. Además de la poesía de época, que habla dándole la voz a un colectivo".

El libro es también, en gran medida, un texto de carácter elegíaco dedicado las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez. Un tema que a la autora lleva rondándole desde hace años y que supuso, de hecho, el arranque del poemario: "Había escrito algunos poemas al respecto, pero no sabía si iban a tener cuerpo para convertirse en un conjunto cohesionado -dice-. Cuando hice lo del feminicidio de Ciudad Juárez, en 2006, fue cuando me di cuenta de que quería escribir un libro de estas características. El poema entero consta de dos partes con varios escenarios y situaciones, que se han ido leyendo en recitales y en encuentros y actos de denuncia de violencia contra las mujeres o, en concreto, de la problemática mexicana. Aunque luego este tipo de feminicidio ha ido extendiéndose a otros lugares, a Guatemala, por ejemplo".

El último poema de la serie, sin embargo, invita al cambio y la esperanza. Atrévete y sucederá, proclama la autora: "Si hemos sido capaces de levantar el horror, sin duda somos también capaces de cambiar la estructura del mundo -afirma Rossetti-. No quería dar una conclusión desde el odio ni desde el rencor ni nada de esto. Sólo quería exponer una parte de este sistema en el que estamos, y señalar que, al igual que hemos hecho las cosas de una manera, las podemos hacer de otra. Pero ante todo, claro está, tienes que tener una consciencia de las cosas. Si no, vives alienado".

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