Cultura

Una discusión sobre las carreras marcadas por un premio Goya

  • María Barranco, Belén Rueda, Óscar Jaenada y Manuela Velasco participaron en una mesa redonda en torno a las consecuencias de ser premiado por la Academia

La mesa redonda ¿Y después de un Goya qué?, reunió ayer a Belén Rueda, Óscar Jaenada, María Barranco, Manuela Velasco y Javier Ángulo como coordinador, en una abarrotada carpa. Quien faltó, por perder un tren, fue Fernando Tejero.

"Cuando se crearon eran muy polémicos y bastante pequeños", comentó la actriz malagueña María Barranco, quien no dijo "ni gracias, ni nada ni nada" al recoger su Goya por Mujeres al borde de un ataque de nervios -después lograría una segunda estatuilla-, así de nerviosa estaba.

Belén Rueda no se lo esperaba: "Cuando me lo dijeron no me lo creía". En aquel momento, la actriz de El orfanato, reconoció que tras Mar adentro siempre escuchaba dos frases: "Qué bien" y "Qué sorpresa". Además, "lo que te ofrecen son proyectos parecidos".

Para Óscar Jaenada, Goya por Camarón, "lo bonito es la nominación, el premio tiene otros matices, pero la nominación es lo que te llena de orgullo". Cuando recibió su primera candidatura, de las dos que ha le han otorgado, "había regresado a Barcelona a buscar trabajo de camarero". De opinión muy parecida fue Manuela Velasco, cuyo Goya le vino este año gracias a [Rec]: "Para todo el equipo fue una sorpresa, pensábamos que ni la estrenarían. Que me nominaran fue espectacular, y lo viví como un reconocimiento a la película".

Sobre las consecuencias de ser premiado, una muy divertida María Barranco reconoció que aún cuando comienza un rodaje "creo que me van a echar. Al terminar me digo que ha colado". Además, la malagueña reconoció que su primer Goya lo tiene su madre, "en una vitrina con el Cristo del Cautivo, un San Pancracio y un niño Jesús". Pero lo que sí le ocurrió es que "cambió" y, pasó "a ser una actriz a la que se le acumulaban los guiones en casa". Ese destino es el que espera seguir la más joven de todos, Manuela Velasco, quien desea "trabajar" y "que me tengan en cuenta", que para algo tiene un Goya.

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