Con la llegada de las pizarras digitales y los ordenadores, que son las nuevas herramientas de trabajo de aproximadamente 400.000 estudiantes andaluces, aparece también el reto de crear contenidos digitales y multimedia que fomenten el talento y la innovación de los alumnos e impulsen formas de aprendizaje más dinámicas y participativas. Unos recursos que vayan más allá de blogs y libros digitales que, de momento, permiten escasa interactividad y, en muchos casos, se presentan como aplicaciones cerradas, basadas en un modelo de aprendizaje y evaluación anticuados.

La empresa Ktonycia, con sede en Barcelona, ha creado una plataforma de trabajo y publicación en red, las Instalaciones Pedagógicas, centrada en el uso de internet y en la investigación de nuevas herramientas que permitan la construcción de un conocimiento activo. "Los libros digitales simplemente han trasladado los contenidos que teníamos en papel a un ordenador", explica Cristina Casanova, creadora multimedia de Ktonycia. "Nuestro objetivo era ir más allá de esos libros digitales y crear una plataforma en la que estudiantes y profesores puedan exprimir al máximo las posibilidades de la escuela 2.0 combinando textos, vídeos, imágenes y sonidos fácilmente", precisa Andrea Contino pedagogo y psicólogo de la empresa.

Editar una revista escolar con una amplia sección dedicada a la cultura y las artes, diseñar una página web, crear una unidad didáctica… Son muchas las actividades que pueden hacerse con las dos aplicaciones de Instalaciones Pedagógicas (Documenta e Improvisa) tanto dentro como fuera de clase. La plataforma ha convertido el trabajo en el aula en un ejercicio de aprendizaje donde se investiga, descubre y se comparten los conocimientos. Y no sólo los alumnos de una misma escuela, sino que los centros educativos comparten materiales y colaboran en la elaboración de contenidos.

Más de 200 centros de primaria y secundaria catalanes ya trabajan con Documenta e Improvisa. "Las clases se están llenando de proyectores y pizarras digitales, pero no hay materiales adecuados para utilizar estos equipos", comenta Mar Pla, profesora de una escuela de Barcelona, que está renovando sus clases de Conocimiento del Medio en estas aplicaciones. "Documenta, en cambio, permite crear proyectos multimedia que motivan a los alumnos y les permiten participar y dar forma a todo lo que aprenden". Sus estudiantes de sexto curso elaboran un proyecto por cada lección que desarrollan. "Ponen en práctica lo que han aprendido y elaboran unos contenidos que podremos utilizar en próximos cursos. Además, al estar colgados en la red, los padres pueden seguir el trabajo de sus hijos".

Documenta es, a grandes rasgos, una aplicación intuitiva, fácil de utilizar y rápida, que ha sido concebida para ser útil en cualquier materia y etapa educativa. Por ejemplo, el lenguaje y la lectura. La profesora Mercedes Gaja, del instituto Doctor Puigvert, la emplea en el aula porque es una herramienta "con la que aprenden a utilizar el idioma con el soporte de otros lenguajes más universales, como la fotografía, el video o el sonido", dice. "Mis alumnos apenas saben escribir, pero con este sistema no solamente aprenden vocabulario si no que también desarrollan sus capacidades comunicativas y aprenden a relacionarse con el entorno".

Para Casanova y Contino, acercar las nuevas tecnologías a las escuelas está cambiando el proceso de aprendizaje. "Nos aportan más participación y más dinamismo, lo que puede traducirse en un rendimiento mayor y mejores resultados. Digitalizar la educación y la cultura no significa solamente ofrecer contenidos que se puedan leer en un ordenador, sino que supone abrir las puertas a nuevas metodologías y soportes que rompan con el pasado y ofrezcan las herramientas necesarias para hacer frente a este nuevo horizonte, el de la verdadera escuela 2.0", concluyen.