La Semana Santa obligó a detener las excavaciones en calle Alcazabilla y a cubrir la zona con un asfaltado provisional. Hace aproximadamente un mes, los técnicos retomaron los trabajos, primero con el levantamiento de la solería y desde la semana pasada con las catas propiamente dichas.

Con un presupuesto de más de 460.000 euros (financiados al 50% entre Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Málaga) y un plazo de ejecución de ocho meses vio la luz el pasado diciembre un proyecto sugerido desde 2001, con las excavaciones realizadas entonces en el Teatro Romano y los Jardines de Ibn Gabirol. A los dos meses de su inicio, las excavaciones empezaron a dar sus frutos con el descubrimiento (a unos 5 ó 6 metros de profundidad) de un contenedor hidráulico de la época romana a modo de fontana ornamental. Se trataba de inmenso recipiente perforado por subestructuras hispanomusulmanas, fundamentalmente nazarí.

Un equipo de cinco arqueólogos, seis meses de trabajo de campo y otros dos de laboratorio permitirán recuperar en niveles sucesivos vestigios de la época cristiana, islámica, bizantina, romana y púnica hasta alcanzar los niveles fundacionales de la ciudad.

Hermanos Campano es la empresa adjudicataria de los trabajos, comandados por los arqueólogos Carmen Peral y Manuel Corrales y enmarcados en el Proyecto de Intervención Arqueológica, redactado por la Consejería de Cultura y la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento.