Exposición en Málaga

Carlos Canal y los lugares de la memoria

  • El fotógrafo presenta en las Salas Mingorance del Archivo Municipal su exposición 'Tombés. El rastro de los ausentes', hasta el 24 de octubre

Algunas de las 'Tombés' de Carlos Canal, en la exposición.

Algunas de las 'Tombés' de Carlos Canal, en la exposición. / Área de Cultura

El fotógrafo Carlos Canal presenta en las Salas Mingorance del Archivo Municipal un proyecto en el que reflexiona sobre la muerte, los árboles y la guerra: un cóctel creativo que ha dado lugar, a través de fotografías, vídeo e instalaciones, a la exposición Tombés. El rastro de los ausentes, producida y organizada por el Área de Cultura y presentada este martes por la concejal de Cultura, Noelia Losada, y el propio artista y comisario Carlos Canal. La muestra permanecerá abierta al público hasta el 24 de octubre

Tombés. El rastro de los ausentes se acompaña con un ciclo de tres conferencias que aportarán un enfoque teórico y sentimental a la exposición de Carlos Canal, según informaron fuentes municipales. Abrirá el ciclo el historiador del arte y gestor cultural Rafael Doctor, quien situará la exposición y mostrará como la fotografía se convierte en el medio principal para crear el relato de la guerra y recuperar la memoria de los caídos a través de los rastros y las tumbas. El periodista y experto en la vida natural Héctor Márquez seguirá el ciclo hablando de la deforestación, el espíritu de los árboles y de cómo las plantas ayudan a vencer la muerte. Y, por último, el filósofo Javier Sádaba aportará su punto de vista respecto a la muerte y el duelo desde un punto de vista filosófico.

Las imágenes se sitúan en el Camino de las Damas en los Hauts-de-France, escenario de sangrientos combates durante la Gran Guerra

En cuanto a la exposición, según las palabras del propio Canal “surge durante la deriva por un territorio cargado de memoria y dolor. La celebración del primer centenario de la Gran Guerra me activó para investigar a cerca de las huellas que dejaron los miles de soldados muertos en un conflicto devastador y cruel". Las imágenes se sitúan en el Camino de las Damas en los Hauts-de-France, escenario de sangrientos combates, con un balance final de 500.000 muertos, soldados de diferentes nacionalidades, culturas y religiones. Actualmente es un lugar para la memoria donde se suceden los monumentos nacionales y los cementerios militares. Geográficamente es un altiplano con suaves pendientes, horadado por numerosas canteras de piedra que forman grutas, entre ellas la Caverna del Dragón, que sirvió de hábitat y refugio a los soldados franceses y alemanes durante los cuatro años de guerra.

Dice Canal que “una tumba también es una huella, un rastro, como una imagen que perdura en el tiempo, y nos revela que la muerte ha ocurrido, que el tiempo ha pasado y que la vida ha terminado. Los cementerios militares son lugares de memoria, de silencio, pero también de reflexión, donde las preguntas no encuentran respuestas, y donde solo algunos de los muertos tienen identidad. La inmensa mayoría comparten fosas comunes donde dialogan los huesos de unos y otros en una sinfonía caótica y macabra. Contemplando esta cartografía de la muerte -el alineamiento conceptual de las tumbas, la belleza tenebrosa determinada por la geometría y el orden- un sentimiento de profunda tristeza y dolor me invade, el impulso de condenar todas las guerras que todavía hoy recorren el mundo”.

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