Cultura

Lo extraño

Conocimos a Robert Aickman, considerado por Jacobo Siruela como el mejor escritor inglés de historias sobrenaturales de la segunda mitad del siglo XX, en la tercera edición de su deliciosa antología Vampiros (2010) a la que el editor de Atalanta, verdadero erudito en la materia, incorporaba los nombres de Derleth, Matheson y el propio Aickman, de quien incluía el relato o nouvelle "Páginas del diario de una joven". Poco después la misma editorial publicó una selección de sus Cuentos de lo extraño (2011), excelentemente prologada por Andrés Ibáñez, donde se reunían seis relatos entre los que destacaban "La habitación interior" y "En las entrañas del bosque", que junto a "Los cicerones" -recogido por Siruela en su imprescindible Antología universal del relato fantástico (2013)- se cuentan entre las historias más celebradas de Aickman. Esta nueva selección de Atalanta añade otras seis, no menos inquietantes, que confirman el talento y la singularidad de un autor irreductible a los estereotipos del género.

Aunque contienen, de hecho, elementos de la tradición gótica, como las casas encantadas o las presencias fantasmales o monstruosas, los cuentos de Aickman se sitúan lejos del terror en su versión más truculenta y fían a lo no dicho, a lo sólo insinuado o sugerido, el efecto perturbador que provocan, vinculado a los temores del subconsciente -de donde una cierta filiación al imaginario simbolista, expresamente aludido en "Ravissante", o incluso a las distorsiones del surrealismo- que no tienen una explicación lógica o racional, pero se cuelan entre las rendijas de la conciencia para enfrentarla al terreno de la anomalía. Tanto en "La tolvanera" como en "Las casas de los rusos", dos de los mejores cuentos del volumen, pervive el eco de tragedias del pasado en forma de fenómenos extraordinarios a los que Aickman se refiere, sin descartar la ironía, con una mezcla de contención y naturalidad. En su escritura de tono imperturbable y calculada ambigüedad, impregnada de detalles sutiles, lo extraño no necesita adoptar formas espectaculares para producir una honda impresión de desasosiego.

las casas de los rusos

Robert Aickman. Trad. Arturo Peral e Irene Maseda. Atalanta. Vilaür (Gerona), 2016. 312 páginas. 25 euros

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